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Museo
Nacional de Bellas Artes:
El
grito pictórico de
Oswaldo Guayasamín
Audaz
en el colorido y en las formas,
transformó su arte en estandarte en defensa de la América
mestiza.
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Las imponentes obras de Oswaldo Guayasamín, ese grandioso
artista ecuatoriano que convirtió la pintura en poesía
--a tres años de su abrupta muerte-- renacen en el
Museo Nacional de Bellas Artes.
El trascendental artista ecuatoriano, imponente y audaz en el
colorido y en las formas, ha estremecido una vez más
las emociones de quienes admiran su magnífica creación
pictórica.
Para Guayasamín, quien vivió dedicado en cuerpo y
alma a su creatividad, el arte era su filosofía de
vida. “Pintar es una forma de oración, al mismo
tiempo que de grito”, repetía incansablemente el
artista. |
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UN GRITO
DESGARRADOR
Es que para Guayasamín su pintura era un desgarrador
grito, un angustioso alarido denunciando las
injusticias de esta vida moderna agobiada por políticas
neoliberales y estructuras económicas globalizantes
que han agudizado aún más las fronteras entre la
pobreza y la opulencia.
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Esa fue el permanente desafío de Oswaldo Guayasamín,
comprometido con su tiempo y con su pueblo, con su
raza indígena a la que decía pertenecer. “Pintar
es casi una actitud fisiológica –-reconocía el
artista--, es la más alta consecuencia del amor y la
soledad”. |
Nacido en Quito en 1919, Guayasamín destacó en el arte pictórico
desde muy joven. Tenía apenas 23 años cuando presentó
su primera exposición individual. Y, a los 33, recibió
el codiciado Gran Premio de la Bienal de España.
Luego, a conquistar el mundo y a dar a conocer sus
gritos de ira a través de su arte y sus grandiosos y
espectaculares murales. Protagonizó más de 130
exposiciones individuales en distintos rincones del
mundo. |
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La muerte lo sorprendió trabajando en una obra que se suponía
sería cumbre dentro de su producción pictórica:
“La capilla del hombre”.
Un infarto le impidió concluir su más grande
trabajo, inserto como toda su obra en los conceptos de
libertad, justicia y dignidad para los seres más
desprotegidos de este conflictivo mundo moderno.
Así, los magistrales gritos artísticos del maestro
Guayasamín en defensa de la América mestiza pueden
ser admirados en Santiago de Chile --desde el 4 de
abril— en el Museo Nacional de Bellas Artes. No se
lo pierdan... |
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