|
Un
tour inolvidable:
Valparaíso:
Pintoresco puerto chileno
Inspiración
de poetas, músicos y compositores, ha sido declarado
por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
|
|
Por
Franco Ledi
En
1998 se gestó la idea para proponer a Valparaíso
como uno de los grandiosos testimonios de la humanidad existente
en esta parte del mundo. Su apasionante historia y su singular
geografía urbana, avalaron esta petición, que hoy
ya es una realidad.
Se trata del
tercer lugar de Chile considerado por la UNESCO Patrimonio Universal;
también lo son Isla de Pascua y las Islas de Chiloé.
Aquí
vivió largos años el gran poeta chileno Pablo Neruda,
encandilado por tanta belleza natural, absorto por las serpenteantes
e intrincadas callejuelas, alucinado por las infinitas escalinatas
que trepan cerro arriba, en tanto la vida se desgrana en emociones.
Su famosa casa, “La Sebastiana”, es hoy uno de los
museos más visitados de esta pintoresca ciudad-puerto.
UNA
HISTORIA DE PELÍCULA
Valparaíso
tiene, ciertamente, una historia avasalladora. Asediado por piratas
y corsarios, fue incluso bombardeado por naves enemigas. Fue bautizado
como Valparaíso en 1536 por el navegante español
Juan de Saavedra, en homenaje a su ciudad natal en España.
Saavedra
formaba parte de la expedición de Diego de Almagro
y, según cuenta la historia, arribó a esta
mágica bahía en una débil embarcación
conocida como Santiaguillo, navegando desde el Callao, Perú.
Años
más tarde, en 1542, Pedro de Valdivia le otorgó
a esta imponente bahía la categoría de puerto,
para atender las necesidades de la naciente ciudad de Santiago,
a 120 kilómetros de distancia.
Sin
contar con un acta de fundación precisa, Valparaíso
comenzó a crecer de manera espontánea, con
modestas viviendas alrededor de una capilla levantada en
1599, lugar que hoy ocupa la Iglesia Matriz. |
|
Entre
los siglos XVI y XVII Valparaíso recibió un permanente
flujo de embarcaciones provenientes del Callao, primer puerto
peruano. La actividad portuaria impulsó el crecimiento
de Valparaíso, aunque desordenado y anárquico. Pero,
como siempre, muy vital.
Con el correr
de los años esta estratégica bahía se transformó
en paso obligado de todas aquéllas embarcaciones que provenían
del Viejo Mundo y cruzaban, con temeridad, el inhóspito
Cabo de Hornos, en el extremo sur de Chile. Convertido en puerto
de aprovisionamiento, las naves continuaban viaje por la ruta
del Océano Pacífico hasta alcanzar los puertos de
California.
El movimiento
portuario atrajo a inmigrantes ingleses, alemanes y franceses,
principalmente, quienes se instalaron aquí convirtiendo
a esta bahía en una estratégica plaza comercial
y financiera. Aquí surgieron los primeros bancos del país,
la primera casa de valores y los primeros periódicos chilenos.
Este creciente
auge significó que Valparaíso fuese pionero en materia
de adelantos urbanos, en iluminación pública y domiciliaria,
en instalaciones telefónicas, en redes de tranvías
y tendidos de gas de cañería. Desde este bello puerto,
además, se inició la construcción del primer
ferrocarril que uniría a esta atractiva bahía con
la ciudad de Santiago.
Este creciente
auge tuvo un serio traspié, sin embargo, cuando entre 1914
y 1930 se construyó el Canal de Panamá, transformando
a Valparaíso en un puerto terminal de las empresas navieras.
Gran parte del comercio financiero y comercial emigró,
entonces, a Santiago, para estar así cerca del poder político.
Hoy,
sin embargo, Valparaíso es un estratégico centro
comercial, financiero y turístico, actividad esta última
que se ha desarrollado de manera significativa en los últimos
años. Sede del Congreso Nacional e importante actividad
universitaria, le beneficia significativamente su cercanía
con la ciudad-balneario de Viña del Mar.
LUGARES
QUÉ VISITAR
BARRIO DEL
PUERTO: Visita obligada es el barrio fundacional de la ciudad,
el sector del puerto, donde anclaban las antiguas embarcaciones.
Aunque no se conservan edificios originales, el sector se extiende
desde la Plaza de la Aduana a la Plaza Sotomayor.
El Muelle
Prat es una de las mayores atracciones para el turista, frente
a la Estación Puerto, donde es factible observar el movimiento
de los barcos y las grúas de carga. Cerca del muelle hay
una gran feria de artesanía y, más allá,
una réplica de la histórica carabela Santiaguillo.
Desde el muelle
de atraque arriban y emprenden viaje permanentes lanchas repletas
de turistas ansiosos de admirar la bahía en la perspectiva
del océano y, además, admirar la majestuosidad de
los barcos de carga y cruceros turísticos.
La Aduana,
construida en un estilo colonial americano y pintada de rojo,
en plena actividad, fue construida en 1854. El bullicio del corretaje
portuario aún se percibe en su interior.
Llaman poderosamente
la atención de los turistas sus peculiares ascensores.
Transportan a los visitantes hasta la cima de los cerros, habitados
incluso en sus más intrincadas laderas. El Ascensor Artillería,
por ejemplo, que trepa por el cerro del mismo nombre, fue inaugurado
en 1893. Inicialmente funcionaba a carbón. Su ascenso permite
admirar la pintoresca bahía y la singular arquitectura
de Valparaíso.
Hay un sinnúmero
de cerros, plazas y museos que visitar en Valparaíso, majestuosa
urbe portuaria cuyas callejuelas y atractivos vericuetos se pierden
en la historia de un enmarañado paisaje, con justa razón
propuesto para ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
COMO
VIAJAR
Valparaíso
está a 120 kilómetros de Santiago, la capital chilena.
Diversas compañías de buses viajan a la V Región,
con destinos principalmente a Viña del Mar y Valparaíso.
Las salidas son cada 15 minutos, desde la terminal Estación
Central, ubicada en el sector céntrico de Santiago.
Boleto ida y vuelta: $5.000 (7 dólares).
|