Good Time: Viviendo al límite – Comentario de CINE

Una película con aire de tragicomedia, que nos pasea por un submundo de pequeños delincuentes atrapados sin rescate posible.

Por JOBLAR

Un film hecho a la medida de Robert Pattinson que, por fin, se desprende de la maqueta del apuesto vampiro de Crepúsculo (The Twilight Saga, 2008-2012). Está claro que ya pasó por la experiencia de ser dirigido por David Cronenberg (Cosmopolis, 2012 y Polvo de estrellas / Maps to the Stars, 2014), pero sobre todo lo demostró en Z, la ciudad perdida (The Lost City of Z, de James Gray, 2016) en el rol de Henry Costin, el ayudante de Percy Fawcett.

Respetando las unidades aristotélicas, todo transcurre en el barrio de Queen (Nueva York), en menos de 24 horas y con una unidad de acción que termina por ser tragicómica.

Dos hermanos intentan un asalto a un banco, que no resulta. Nick, que sufre de un retardo mental es arrestado y Connie (Robert Pattinson) empieza de inmediato a juntar el dinero para pagar la fianza.

Y así empieza también una angustiante carrera contra el tiempo, que reviste un carácter de tragicomedia. Primero, el usurero al que recurre (fuertemente caricaturizado con su kipá, que nos recuerda que Yahveh está por sobre todas las cosas) que exige más de 10 mil dólares. Después, el recurso a la “girlfriend” casi sesentona (una siempre excelente y también judía Jennifer Jason Leigh) que trata de saquear la tarjeta de crédito de su madre. Prosigue con el intento de rescate desde una clínica. Y… no me gusta ser un spoiler y —por lo tanto— me detengo aquí.

Con lo que he ya escrito se podría pensar en un film antisemita, pero los directores Ben y Joshua Safdie son judíos y (al parecer, igual que los hermanos Cohen o Woody Allen) gustan de exagerar los rasgos de su fenotipo racial.

En esa “noche brava”, Connie entrará en relación con peligrosos narcotraficantes, con una jovencita de color ansiosa de aventuras y expresará su incontenible (e inútil) proyecto de supervivencia. Porque es difícil llamar vida a un existir de desheredados sociales. No sé si los productores habrán tenido esta idea de manera consciente, pero la búsqueda del rescate es también homologable con el intento de fuga de la jaula en la que viven.

En fin de cuentas, el hermano nunca podrá ser libre sin instrumentos culturales que puedan ofrecer una verdadera protección. De hecho, no tiene oportunidad alguna de crecimiento.

Parece que la película habría contado con el apoyo de Martin Scorsese. De ser así, se nota.

(Good Time. USA, 2017)

TRAILER DEL FILM:
Good Time: Viviendo al límite

Producción:
Zima Entertainment

 

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