¿Ser o no ser un spoiler?¿Es posible referirse a este capítulo sin dar indicaciones acerca de su argumento y de su desarrollo? Es lo que intento realizar sin abandonar mi rol de crítico cinematográfico.
Por JOBLAR
Los distribuidores nos pidieron expresamente que no fuéramos spoilers y —a pesar de que no suelo serlo— es difícil hablar de una película sin aludir al relato. Con todo, al igual que el soneto que pidió Violante a Lope de Vega, creo que saldré del aprieto abordando los problemas generales ligados a la continuación de la saga.
Cuando terminó el Capítulo Séptimo (El Despertar de la Fuerza), el espectador volvía a ver a Luke Skywalker después de tantos años. Y —contrariamente a los héroes de los cómics que nunca envejecen— se veía un hombre que había cambiado con el tiempo, como cambió Mark Hamill entre 1983 y 2015. Lo mismo se había visto con Carrie Fisher, intérprete de la Princesa Leia. A ella, entre paréntesis, está dedicada esta película.
Lo encontró Rey (Daisy Ridley), que representa la tendencia actual del poder femenino que reemplaza a las frágiles “niñas” de otros tiempos. A partir de allí, el espectador podía esperar cualquier cosa.
No soy spoiler si digo que las dos horas y media de la película pasan volando gracias a tres historias que se desarrollan paralelamente, alternadas con extensas secuencias de acción bélica (empezando por el enfrentamiento de una navecilla contra un dreadnought descomunal, que recuerda una vez más al bíblico enfrentamiento entre David y Goliat) o de descanso (como la azarosa visita a una espacial réplica de Las Vegas).
Se impone la presencia indispensable de un personaje afro, esto es Finn (John Boyega), que inauguraba el capítulo anterior, y de la validez del amor interracial.
Pareciera ser que se busca un equilibrio entre esa saga, que ya se ha llevado 40 años de la vida de muchos espectadores, y ésta de los nuevos personajes que tal vez dará origen a otra incursión épica que renacerá —como el Ave Fénix— de las cenizas de la que está terminando.
Han, Leia y Luke no desaparecerán nunca del imaginario colectivo, pero serán reemplazados, así como Kylo Ren (Adam Driver) ya sustituyó a Darth Vader y Snoke (Andy Serkis) al Emperador. Todo sin abandonar un socarrón sentido del humor, que incluye nuevos personajes que seguramente volverán a aparecer, de los cuales —spoiler o no— recuerdo sólo a los interpretados por el portorriqueño Benicio del Toro (DJ el ladrón) y la vietnamita nacida en San Diego, Kelly Marie Tran (Rose). Lo que, además, amplía el abanico del Tercer Mundo en Hollywood.
¡Contad si son catorce y está hecho!
(Star Wars: The Last Jedi. USA, 2017)
TRAILER DEL FILM:
“Star Wars: Los últimos Jedi”
PRODUCCIÓN
Star Wars España
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