Cinta de acción, con personajes apenas esbozados y un argumento intrigante, que empieza a delinearse en su segunda parte. Entretenido para los que gustan de los robos programados y las balaceras…
Por JOBLAR
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
El título en castellano está mal escogido, porque debería ser “Cueva de ladrones”, que corresponde a la calaña de los protagonistas. Por otro lado, la participación del rapero Curtis ‘50 Cent’ Jackson podría hacer pensar en el ya manoseado recurso de la comedia en la que deben convivir un afro con un caucásico.
La película, en cambio, es la larga preparación de un robo al Banco de la Reserva Federal en Los Ángeles (USA), con personajes apenas esbozados y muchas balaceras y persecuciones.
En dos horas con veinte minutos, se pasa del inexplicable robo de un furgón de valores vacío a vagas indicaciones de cómo una banda pretende apropiarse de los billetes que se entregan para ser destruidos.
Paralelamente, el espectador sigue la organización del atraco (con recomendaciones del tipo: “No acerques el dedo al gatillo a no ser de que vayas a dispararle a alguien”) y la búsqueda de los criminales por parte de la policía.
El perno entre los dos grupos es Donnie Wilson (O’Shea Jackson Jr.), que trabaja como barman y es apresado como presunto colaborador de los rateros.
Así como los delincuentes están guiados por el violento Pablo Schreiber (Ray Merrimen), “los representantes de la ley” tienen a “Big Nick” O’Brien (Gerard Butler), un gigantón lleno de tatuajes y siempre a medio filo alcohólico, que es una especie de alter ego. No por nada, amenaza a Donnie diciéndole: “Nosotros somos malos, pero tenemos placas”.
Con todo, los personajes están apenas esbozados y lo que cuenta es la acción. Por ejemplo, se plantea el quiebre del matrimonio de O’Brien sin profundizarlo y el inevitable desencuentro con el correcto y bien vestido agente del FBI.
Como ocurre en (casi) todas las películas de robos, hay una sorpresa final que no revelaré. Y todo se complementa con persecuciones y un tiroteo que dura varios minutos. Ya se está filmado una segunda parte, que preanuncia una secuela y quizás toda una franchise.
No falta el elemento voyerista. Pero —¡atención!— no son sólo las ya tradicionales nalgas de las bailarinas del caño. Esta vez hay una gran exhibición de bíceps blancos y de color; una serie de secuencias dignas de un espectáculo de halterofilia, que podría hacer pensar en una exigencia de las feministas. Sin embargo, el éxito de revistas como “Playgirl” dejó en claro que no las compraban las mujeres, sino los homosexuales.
Podría ser una moraleja de la película: “nadie sabe para quién trabaja”.
(Den of Thieves. USA, 2018)
TRAILER DEL FILM:
“EL ROBO PERFECTO”
PRODUCCIÓN:
Trailers In Spanich
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