“Donde un hombre se siente como en su casa, aparte del lugar donde nació, ese es el sitio al que estaba destinado”, expresaba con frecuencia Ernest Hemingway sobre Cuba…
Ernest Hemingway y Fidel Castro:
Una franca amistad
LA HABANA (Cuba), 02 de Julio — 2018.- Uno de los escritores más grandes de la literatura estadounidense, Ernest Hemingway, dejó un legado literario que sobrepasa generaciones. Este 2 de julio, aniversario de su desaparición física, es recordado como un gran erudito de la pluma.
El apasionado escritor estadounidense fijó sus anclas en tierras cubanas en las que permaneció por 20 años, conectando con su gente y su cultura.
«Donde un hombre se siente como en su casa, aparte del lugar donde nació, ése es el sitio al que estaba destinado», expresaba Hemingway sobre Cuba.
HEMINGWAY Y SU HUELLA EN CUBA
Literato de corazón latino
Ernest Hemingway se quedó tatuado en el alma de la colectividad cubana, tras vivir 20 años en la isla, donde escribió obras icónicas de su repertorio literario, como «El viejo y el mar», «A través del río y entre los árboles», «París era una fiesta», y las «Islas del Golfo».
Culturalmente, Hemingway enraizó sus dones en la escritura con el trópico y la gente cubana, convirtiéndose así en un referente casi histórico de Cuba en el mundo.
«Yo siempre tuve buena suerte escribiendo en Cuba», expresaba Hemingway.
EL VIEJO Y LA GENTE CUBANA
Hemingway logró mimetizarse hasta convertirse en un cubano más. Se dice que se bebió Cuba y se adentró en ella de tal manera que los pobladores lo reconocían y atesoraban como un digno representante adoptado del gentilicio de la isla.
Su legado social radica en la cercanía que demostró siempre con el cubano humilde y sencillo, no por casualidad los pescadores locales derritieron las anclas de sus embarcaciones para elaborar una estatua en honor a Hemingway, después de su muerte.
BITÁCORA DEL GRAN HEMINGWAY
En el sótano de la residencia de Ernest Hemingway, en La Habana, fue encontrado un hallazgo que los locales llamaron «Caja Negra», por la cantidad de documentos, escritos secretos y recuerdos del escritor. Junto a este botín documental encontraron los pasaportes del literato, descubrimiento que mostró la afición de Hemingway por los viajes, los paisajes y los nuevos rumbos.
En sus 20 años de estadía en Cuba no cesó en la travesía por la isla, tenía un espíritu aventurero que unió al conocer y convivir con la gente cubana. Gracias a su pasión por esta región caribeña, muchos fueron los personajes que lo siguieron y visitaron.
ERNEST: EL BALUARTE EXTRANJERO
Ernest Hemingway amó a Cuba como su propia tierra, dejó su huella por doquier, recorrió hasta el más recóndito rincón de La Habana, se vistió de su cultura, su comida, su bebida y su música, ya que eran pasiones del escritor.
Dedicó sus años de estadía a convivir con real cercanía, era amante de lo sencillo, de las bondades que la cultura de Cuba tenía para ofrecerle.
HEMINGWAY:
EL ESCRITOR ECOLÓGICO
Y CONSERVACIONISTA
El literato estadounidense siempre demostró un profundo respeto por la naturaleza, sobre todo por el mar y la vida marítima; por ello dedicó gran parte de su musa a escribir inspirado en estos tópicos, demostrando su conexión, respeto y admiración por la madre tierra.
«El Viejo y el Mar» retrata esta pasión desmedida del autor por la naturaleza y el ciclo de la vida, Hemingway comulgaba con este valor del respeto y la valoración de lo natural. (Fuente: TELESUR)