PASIÓN POR LA VIDA: EL GRAN SECRETO DE CARMEN BARROS

Una grata e inolvidable conversación con Carmen Barros (Marianela), quién a sus 93 años de edad se mantiene plenamente activa, jovial, llena de proyectos y, como siempre, muy solicitada por la prensa para ser entrevistada e invitada a programas de TV… Sin embargo, los recuerdos de “La pérgola de las flores” emergen como si el estreno hubiese ocurrido apenas ayer…

 Por Francisco LEAL DÍAZ


Francisco Leal Díaz y Carmen Barros

SANTIAGO (Chile), 07 de Octubre — 2018.-  La actriz y cantante Carmen Barros sorprende por su prodigiosa memoria, relatando con lujo de detalles lo acontecido hace décadas en su deslumbrante carrera artística. Su rostro brilla y se embellece al referirse al histórico estreno de “La pérgola de las flores”, la emblemática comedia musical de Isidora Aguirre y Francisco Flores del Campo, donde ella interpretó a Carmela de San Rosendo.

Revive esos momentos luminosos, recordando los nutridos aplausos de aquél memorable 9 de abril de 1960, cuando por primera vez “La pérgola de las flores” subió al escenario del Teatro “Camilo Henríquez”.

Y entre sus claros recuerdos, Carmen Barros habla con nostalgia del elenco que ese glorioso día quedó registrado en la historia del teatro chileno: Anita González, Silvia Piñeiro, Justo Ugarte, Maruja Cifuentes, Elena Moreno, Charles Beecher, Héctor Noguera, Hernán Letelier, Fernando Colina, Violeta Vidaurre, Nelly Meruane, Anita Klesky, entre muchos otros…

Junto con estos eufóricos recuerdos del ayer, Carmen Barros se apresura a comentar que su vida se ha perfilado mediante una constante y creciente pasión: “Todo lo he realizado siempre con mucha pasión —afirma—: pasión por la vida y pasión por mi carrera artística…”

Pero tal vez pocos saben que la primera gran pasión de Carmen Barros apuntaba a ser cantante de ópera, anhelo que la frustró al no lograrlo tal como ella lo deseaba. Estando en Roma, escuchó a María Callas. Entonces se dio cuenta que su voz no era “tan grande”, se sentía más cercana al estilo barroco. Corría el año 1953. Su inquietud artística la llevó a participar en un concurso musical en Salzburgo, donde la escuchó cantar un productor belga, quien la contrató para incorporarse al elenco de “Las bodas de Fígaro”, de Wolfgang Amadeus Mozart. Luego siguieron otras intervenciones en obras de prestigiosos autores europeos.

Aquellas experiencias marcarían el inicio de una carrera artística que no se detendría jamás y que, años más tarde, en Chile se consolidaría con la inigualable interpretación de Carmela de San Rosendo en “La pérgola de las flores” (1960), comedia musical dirigida por Eugenio Guzmán y producida por el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica.

UNA PRODIGIOSA MEMORIA

No deja de asombrarme la prodigiosa memoria de Carmen Barros, al referirse con precisos detalles a sus compañeros de elenco de entonces, haciendo anecdóticos recuerdos de figuras que brillaron en la época y que quedaron en el camino. Recuerda nombres, fechas, disímiles episodios con certera claridad.

Le menciono mi fascinación por su portentosa memoria. “Es hereditario —comenta Carmen—, pues mi padre murió a los 101 años y estaba a esa edad completamente lúcido… pero no creo que yo tenga el mismo destino”.

Carmen vuelve a sorprenderme al revelar sin titubeos la fecha de su nacimiento: “Nací el 7 de enero de 1925; por lo tanto, hoy tengo 93 años”.

Lo confiesa con especial satisfacción y orgullo, sin quitarse ni un año de encima —gesto algo común en algunas mujeres—; pero a Carmen Barros este tema no le inquieta, pues aún es solicitada para portadas de revistas, para grandes reportajes televisivos y para participar en programas matinales y nocturnos de televisión. Es decir, es hoy tan solicitada como en sus mejores tiempos; aunque —a decir verdad—, estos siguen siendo sus mejores tiempos, sin duda alguna. Su vitalidad es sorprendente y no deja de asombrarme su vehemente pasión por la vida.

UNA MUJER DECIDIDA

Como buen Capricornio, se define como una mujer decidida, con objetivos claros, luchadora, sin experimentar frustraciones, y muy perseverante. Expresa su complacencia por no sufrir de Alzheimer y advierte que ya no padecerá este mal, pues se presume que a esta edad ya no se manifiesta.

A propósito del tema, recuerda con pesar el reciente fallecimiento de su querida amiga, también notable artista, Sonia “La Única”.

“Con Sonia mantuvimos siempre una linda amistad, a pesar de su prolongada residencia en México. A su regreso definitivo a Chile advertí ciertas cosas que no eran propias de ella, para nada… Aunque parecía estar bien y nos reconocía. Pero, de pronto, contaba ciertas cosas que no venían al caso. De repente decía, por ejemplo, ‘ustedes no saben que yo descubrí a João Gilberto’… Empezó a fantasear. Entonces me di cuenta que algo le estaba pasando”.

Y, con privilegiada memoria, Carmen Barros recordó que Cora Santa Cruz, la madre de Sonia, falleció del mismo mal.

“El Alzheimer es una enfermedad muy curiosa —comentó Carmen Barros—, pues en el caso de Sonia, ella interpretaba sus canciones de manera impecable, pero al concluir, parecía una niñita en el escenario; perdía su espontánea seducción, tan característica en ella”.


Carmen Barros (Marianela)

RECUERDOS DE ANTAÑO

Invariablemente, al entrevistar a Carmen Barros, afloran recuerdos de antaño, particularmente del desarrollo de la televisión en Chile cuando se hacían programas en vivo en Canal 13, cuyos estudios estaban ubicados entonces en la calle Lira, en Santiago Centro, a un costado de la Casa Central de la Universidad Católica. Recuerda nombres de series, directores, actores, películas, protagonistas, conductores, incluso fechas estratégicas con increíble precisión. Recuerda el film de Patricio Kaulen, “La Casa en que vivimos” (1970), donde los intérpretes representaban a sus personajes en varias épocas. Lamenta que esta buenísima película chilena —donde caracterizaba a una emblemática madre— haya pasado “sin pena ni gloria”.


«La pérgola de las flores» (1960)

MÚLTIPLES ÉXITOS

La tarde se diluye, complaciente, escuchando a Carmen Barros hablar de sus múltiples éxitos en los ámbitos de la música y el teatro. Rememora los aplausos de la comedia musical “Esta señorita Trini” (1958), coautoría con Luis Alberto Heiremans, que retrata los devaneos de una joven coqueta a quien en su hogar tildan de tontona; pero ella, por las noches, desaparece de su casa para vivir la vida loca… Pese a que Carmen Barros musicalizó las canciones, se hizo asesorar por el maestro Pedro Mesías para la confección de las partituras.

Esta comedia musical fue, en realidad, el preludio del resonante éxito que obtendría más tarde “La pérgola de las flores” (1960).


“Mi Marilyn Monroe” (2010)

“MI MARILYN MONROE”

Su más reciente éxito en los escenarios fue “Mi Marilyn Monroe” (2010), monólogo escrito y dirigido por Alejandro Goic, interpretado magistralmente por Carmen Barros, a los 85 años de edad.

El montaje de esta moderna producción teatral, reveló la dimensión solidaria y humana de la leyenda del cine estadounidense de los años ‘50: Marilyn Monroe. La caracterización de Carmen Barros consistió en pasar revista a las producciones cinematográficas, a los amantes y al mundo de Hollywood, cantando a dúo con entrañables amigos en proyección audiovisual: Frank Sinatra, Ella Fitzgerald y Elvis Presley, entre otros.

Así, de manera intensa y siempre entusiasta, ha transcurrido la vida de Carmen Barros, cantante, actriz, académica, diplomática, artista incansable y siempre apasionada.

“La vida hay que vivirla intensamente y con pasión”, reitera Carmen Barros, mientras comienzo a tomarle algunas fotografías, intentando captar esa fulgurante pasión que aún emana de su rostro.

 “Mi Marilyn Monroe” (2010)
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