ADIÓS A EDMUNDO HERRERA: EL POETA QUE ENFRENTÓ A LOS TRAFICANTES DE LA MUERTE

El presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Roberto Rivera Vicencio, resaltó el gesto digno y valiente del poeta Edmundo Herrera, “rodeado de enemigos feroces, militares y agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina)”…

 

Por Carlos Antonio Vergara
(Texto y fotos)


Edmundo Herrera

SANTIAGO (Chile), 23 de Enero — 2019.-  Familiares, narradores, poetas y periodistas despidieron el pasado domingo al ex presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (Sech) en dos períodos, Edmundo Herrera, a quien el 23 de septiembre de 1973 le correspondió leer un emotivo discurso poético en el Cementerio General, rodeado de militares, en la primera manifestación pública contra la dictadura.


Roberto Rivera Vicencio
Presidente de la SECH

Frente a su féretro, en la Casa del Escritor, el Presidente de la Sech, Roberto Rivera Vicencio, dio la última despedida al hombre que en el funeral de Pablo Neruda, nuestro gran Premio Nobel, arriesgo su vida pues pudo haber sido su último discurso.

“Con Edmundo Herrera se nos va parte de nuestra vida y de nuestra historia”, dijo Rivera.

“Grafitero natural en su barrio cuando aún no lo había, dejó en los muros, como lo hizo luego en la Sech, su firme presencia, y su obra. El gesto digno y valiente de tu ejemplo que nos destaca como escritores de la Sech, rodeado de enemigos feroces, militares y agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), Edmundo fue capaz de estar al frente de esa primera manifestación antifascista”, expresó el actual líder la Sech.

“Marcó el ejemplo, el testimonio heroico de quienes, poesía en mano, no temen las consecuencias, la dignidad intransable de los justos por sobre aquellos traficantes de la muerte”, agregó el novelista.

Rivera recordó las palabras de la escritora Delia Domínguez sobre Herrera en su discurso, “jamás lograron voltear su personalidad, su cuño de hombre puro, porque él venía con la estrella en la frente, la estrella de la poesía, con los signos mágicos de esos bautismos vegetales que los de allá conocemos de memoria”.

 

TRAYECTORIA DE CREACIÓN Y SOLIDARIDAD SOCIAL

“Se plantó aquí corajudo y alegre, con los ojos puestos encima del horizonte, dispuesto a ganar su lugar en la vida, y lo que es más, o que en el fondo viene a ser lo mismo, su lugar en las letras chilenas e hispanoamericanas”.

“Aquí, en esta misma Sociedad de Escritores de Chile, cuando luchando por su palabra, la de todos, la dignidad del escritor y del artista, en los tiempos más difíciles, Edmundo Herrera aquí, firme, cuando de esta misma casa surgían los primeros colectivos de la resistencia enarbolando la poesía de Chile”, puntualizó Rivera.

“Hoy te despedimos Edmundo, y tú sabes que quedas aquí para siempre con nosotros, los que recogemos el testimonio, la antorcha libertaria que nos legaste y seguimos el camino, concluyó el timonel de la Sech.

 

EMOTIVA DESPEDIDA

Por su parte, Roberto Araya, socio de la Sech, a nombre del grupo Fuego de la Poesía, dijo que partía un poeta y maestro de la poesía.

“Rendimos homenaje a tu notable trayectoria por las sendas de la creación y las de la solidaridad social”, expresó.

“No olvidaremos nunca, cuando ya bien avanzada la hora de nuestros almuerzos mensuales, que tú amenizabas con tu humor y tu oratoria, alzabas la copa para invitar al primer brindis de la tarde, entreverándolo con los versos y cantos de los comensales”, indicó Araya.

A la ceremonia, en la Casa del Escritor, asistió la Secretaria General de la Sech, Malú Ortega y el socio de la Sech y presidente del Círculo de Periodistas de Santiago, Douglas Hübner.

El cantautor Jorge Venegas acompañó el velatorio con su arte.

En la oportunidad, se cantó el himno de la Internacional Comunista, partido al que perteneció Edmundo Herrera. Luego fue trasladado hasta el crematorio del Cementerio Católico.

Mientras su féretro era sacado a la calle Almirante Simpson, se escuchó una grabación con su voz recitando y, al salir a la calle, se escucharon los emotivos acordes de un tango.

Socios, dirigentes de la Sech, familiares y amigos se extrañaron por la ausencia de dirigentes de su colectividad.

 

 

 

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