Clint Eastwood es intérprete y director de una película basada en hechos reales. Un nonagenario, que pierde su empresa, acepta ser correo de un cartel de la droga. El relato escurre con suavidad y violencia controlada. Lleva sólo a pensar que, como sostiene el Monsieur Verdoux de Charles Chaplin, es la sociedad la que nos hace criminales…
Por JOBLAR
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
El relato está basado en el artículo The Sinaloa Cartel’s 90-Year-Old Drug Mule (El nonagenario mulo de la droga del cartel Sinaloa), escrito por Sam Dolnick para “The New York Times” y que consistía en una entrevista al agente DEA Jeff Moore. Éste había arrestado a Leo Sharp, que se había enriquecido sirviendo de “mula” a un cartel de mexicanos dedicados al tráfico de drogas.
En la película, su nombre es Earl Stone (Clint Eastwood) y es un veterano de la guerra de Corea, que trabaja en floricultura. Está separado de su esposa (Dianne Wiest, excelente como siempre), alejado de su hija (Alison Eastwood, que lo es en la vida real), a la que dejó plantada en su matrimonio y sólo mantiene una relación con su nieta (Taissa Farmiga).
Cuando pierde todo su negocio por la competencia computarizada, el viejo recibe la propuesta de entregar un paquete sin hacer preguntas y recibe una buena suma de dinero. En toda la operación no ve a nadie, porque retiran el maletín de la camioneta en su ausencia y dejan el sobre en la guantera. Es así como va recibiendo encargos cada vez más importantes y comprende que está participando en una actividad criminal.
Pero es una actividad rentable; y me hace pensar en el Monsieur Verdoux de Charles Chaplin, que sostiene que es la sociedad la que nos hace criminales. Por otro lado, se da cuenta que con ese dinero puede hacer el bien. Y así como le gustaba financiar una corrida de tragos a todos en el bar, ahora puede evitar el cierre del Club de Veteranos de Guerra, reparar la pista de hielo y —aún más importante— financiar los estudios de su querida nieta.
Paralelamente, se desarrolla la investigación del agente de la DEA (Bradley Cooper) y su ayudante (Michael Peña), que están designados por un jefe de operaciones (Laurence Fishburne), apoyándose en las informaciones de un “arrepentido”.
Como puede verse, un reparto de lujo, al que hay que agregar a Andy García, como el boss mafioso.
El relato escurre con suavidad y no tiene arrebatos de violencia, como podría esperarse en una película de Eastwood. En su soberbia caracterización, arrastra el peso de la cuarta edad y hace copartícipe al espectador de su aventura hasta el final.
(“The Mule”. USA, 2018)
TRAILER DEL FILM
“LA MULA”
PRODUCCIÓN:
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