La verdadera historia de la falsificadora Lee Israel, magistralmente interpretada por una Melissa McCarthy, que sale de su maqueta de actriz cómica, permitiendo una reflexión acerca del actual mundo literario, reducido a especulación e inconsistencia…
Por JOBLAR
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
Basada en hechos reales, la película se articula en la actuación de Melissa McCarthy, que sale de su maqueta de actriz cómica y desarrolla un rol dramático con todas las consecuencias que éste conlleva. Es así como consigue entregar un perfil tragicómico de una artista que ha rechazado antes al mundo por miedo a que éste la rechace a ella.
Lee Israel es alcohólica, lesbiana, misántropa y su única compañía es una vieja gata. Vive en Nueva York y, en 1991, pierde su trabajo. Hasta ese momento, ha logrado publicar algunos libros que se vendían, pero que no eran best-sellers como los de Tom Clancy. Encuentra por casualidad una carta de Fanny Brice dentro de un libro y, gracias a una falsificación, logra venderla a buen precio.
Inicia una lucrativa actividad para la que recibe el apoyo interesado de Jack Hock (Richard S. Grant), un outsider homosexual, que vive del micro tráfico y que se cree Oscar Wilde.
Aprovechando su talento de escritora y su conocimiento de la materia, la autora de biografías populares se transforma en Noël Coward y escritoras como Dorothy Parker, Louise Brooks, Margaret Mitchell, Edna Ferber y Lillian Hellman, entre otras. Lo consigue, porque interpreta su carácter mordaz y su ingenio desfachatado: se transforma en los autores que falsifica. Y lo logra hasta que el FBI la descubre.
El letrero luminoso del “The New Yorker” está omnipresente, pero Lee trabaja en la sombra y la música que se escucha está interpretada por Jeri Southern, Peggy Lee o Dinah Washington.
Hay que reconocerlo: en varios momentos me pareció una película de Woody Allen. Sólo que la directora, Marianne Heller —con mirada femenina— replantea la validez de la literatura en un mundo que cambia: las librerías están cerrando, la gente no lee y los actuales clientes son especuladores del coleccionismo bibliófilo y de los autógrafos.
El acto de escribir es frágil en sí, sobre todo cuando se escribe lo que no interesa al posible comprador.
Lee Israel murió en 2014 y es más conocida por su carrera criminal que por su obra literaria, con excepción del libro autobiográfico que da nombre a la película.
(Can You Ever Forgive Me? USA, 2018)
TRAILER DEL FILM
“¿PODRÁS PERDONARME?”
PRODUCCIÓN:
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