“MUSIC” — Comentario de CINE

Un drama, acompañado por videoclips musicales, con protagonistas limitados en sus capacidades y sentimientos, pero que pueden ser felices gracias a la felicidad ajena…

 Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
 

Mi crasa ignorancia acerca de quién es Sia y su equipo de trabajo, me otorga la libertad de criticar esta película sin prejuicio alguno. Y desde ya afirmo que se trata de un experimento, que se sirve de elementos debidamente calibrados en el mundo del cine.

Parto de lo novedoso. Es extremadamente difícil reconstruir la mente de un autista sin serlo. No así las percepciones de un drogadicto o un alcoholizado, puesto que basta drogarse y/o emborracharse para conocerlas.

La realizadora opta por un mundo lleno de colores, música y danza que transforman la película en un festival de videoclips. Y estos interrumpen la acción dramática como un mecanismo de evasión.

La estructura de comedia musical me recuerda la exitosa La La Land (de Damien Chazelle, 2016), con una clara referencia a Todos dicen te amo (Everyone Says I Love you, de Woody Allen, 1996), donde el director baila con Goldie Hwan, esto es la madre Kate Hudson. La película, además, respeta el multiracismo, puesto que tiene como protagonistas a dos judías (la Hudson y Maddie Ziegler), un afro (Leslie Odom jr.), un latino (Héctor Elizondo) y un  pseudochino (Beto Calvillo).

El argumento es simple: Zu, que es drogadicta y está en libertad condicional, debe hacerse cargo de su media hermana autista, Music, que se ha quedado sola en el mundo después de la muerte de su abuela, con quien vivía. Para una adulta joven y desordenada como Zu, resultaría una tarea imposible de no contar con el apoyo de un vecino, Ebo, que viene de Ghana y fue abandonado por su esposa. A éste se suma el administrador del edificio, un hombre solitario y entrado en años. Completa el grupo un joven pasado en el peso, que ha sido adoptado por un matrimonio chino.

Zu se gana la vida como traficante de anfetaminas y cree que la solución es deshacerse de Music, endosándola a una institución, que —por lo demás— es lo que la mayoría de la gente hace. Pero será justamente la muchacha autista la que servirá de calamita para personajes tan disímiles. La felicidad también se puede encontrar en la felicidad de los otros. ¡Y no digo más!

La Ziegler en la vida real es bailarina y está creíble en su rol, que podría haber sido sobreactuado, como en la escena del primer desayuno, que me hizo pensar en el Peter Sellers de Desde el jardín (Being There, de Hal Ashby, 1979). Aunque algunos habrían preferido a una verdadera autista, así como Pascal Duquenne interpretó a un joven con Síndrome de Down en El octavo día (Le huitième jour, de Jaco Van Dormeal, 1996).

Y una anécdota. Cuando los críticos vimos esta última película —que termina con las palabras “El octavo día Dios creó a Georges. ¡Y Dios vio que Georges era bueno!” —mi antiguo compañero de la Escuela de Periodismo, Italo Passalacqua, exclamó: “¡Una propuesta válida!”.

Un recuerdo-homenaje en nombre de la diversidad.

(“Music”. USA, 2021) 

TRAILER DEL FILM:
“MUSIC”

PRODUCCIÓN:
Bf Distribution

 

 

 

 

********
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”

Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días domingo, a las 21.00 horas; y además online en
www.radiouchile.cl
*********

 

Comentarios