En un Japón fuertemente occidentalizado, se desarrolla una tragedia que remueve temores ancestrales acerca del delito, su castigo y su trascendencia a través de las generaciones.
Se puede ver en:
www.CentroArteAlameda.tv
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
La traducción del título original es “estar en el borde” y tal es la situación de los miembros de una familia nuclear, cuya monótona existencia se ve remecida por la aparición de un amigo (Yasaka) del dueño de casa (Toshio), del cual el espectador sabrá de inmediato que ha salido de la cárcel después de 11 años de prisión.
Lo que no queda claro, en un primer momento, es cuál fue la relación de amistad que hubo entre ambos.
Desgraciadamente, para el que —como yo— ha visto mucho cine, la aparición de un extraño, que provoca cambios insospechados en un hogar, no es cosa nueva: se puede partir de La sombra de una duda (Shadow of a Doubt, de Alfred Hitchcock, 1943) o de La noche del cazador (Night of the Hunter, de Charles Laughton, 1955), para terminar incluso en el enrevesado Teorema, de Pier Paolo Pasolini (1968).
Sin embargo, la temática se remonta a la noche de los tiempos y tal vez fue desarrollada por la épica oriental siglos antes de que en Atenas surgiera la tragedia como género poético.
Se trata de la némesis de la culpa, que persigue generación tras generación. Y, como en un espejo, es tan culpable el que ha delinquido como el que ha podido llevar a cabo una actividad laboral, tener una esposa y una hija.
Como sé que me leerán admirador@s del cine nipónico, no haré un resumen de la trama, pero sí entregaré algunas claves de lectura.
La más importante me parece la simbología de los colores. El blanco —que identifica a Yasaka— tiene un doble significado: por un lado es la pureza y la eternidad (está en la bandera japonesa), pero también la frialdad y el aislamiento. Representa, además, el color de la camisa que usa el trabajador que no se ensucia con su actividad.
Por su parte, el rojo (el otro color de la bandera) representa la fuerza de la vida, la energía y el deseo sexual. El vestidito que Akié, la madre, confecciona para su hijita Hotaru es de tela roja; la blusa que Yasaka deja en vista en el travelling en que corre hacia la casa de Toshio es roja. Y también lo es en su fantasmagórica “aparición” en el puente, después de su alba “presencia” entre las sábanas de la terraza.
La división familiar, caracterizada por el padre silente y por la elección cristiana protestante de la esposa, da paso —en la segunda parte— a la desesperación por la culpa que no se redime y se hereda, a los vínculos de sangre que resultan irrefutables.
Y la música del armonio, que es la otra de las claves de lectura, en un comienzo fue una instancia de cohesión y alegría: al final, termina siendo los acordes angustiantes que traen a la memoria la imposible felicidad.
(“Fuchi ni tatsu”. Japón / Francia, 2016)
TRAILER DEL FILM:
“HARMONIUM”
PRODUCCIÓN;
MIFF
********
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”
Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días domingo, a las 21.00 horas; y además online en
www.radiouchile.cl
*********