Nueva película de acción con Liam Neeson, que se relaciona con un clásico del cine y con el rescate de los mineros chilenos hace más de una década. Sin profundizar mensajes políticos ni morales y sin espectacularidad, busca —y lo consigue—, entretener.
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
El relato es conocido y se inspira en El salario del miedo (Le salaire de la peur, de Henri George Clouzot, 1953), un clásico inimitable que ya William Friedkin no fue capaz de reproponer con un título equivocado en inglés (Sorcerer, 1977).
En este caso, no se trata de nitroglicerina ni de atravesar la selva centroamericana, sino de recorrer kilómetros de un desierto de nieve y hielo transitando con ciclópicos camiones una carretera que es, en realidad, un río congelado en su superficie. Y hay otro ingrediente que toca de cerca a los chilenos: el rescate de mineros atrapados en una mina. Sólo que aquí hay personas interesadas en sabotear la casi suicida operación.
La película es entretenida en sí y está bien realizada por Jonathan Hensleigh, que tiene a su haber un par de películas menores y el guión de Armageddon (de Michael Bay, 1998). Se apoya en el irlandés Liam Neeson, que se hizo famoso como el protagonista de La lista de Schindler (Schindler’s List, de Steven Spielberg, 1993) y —que a pesar de haberse destacado en películas como Michael Collins (de Neil Jordan, 1996) y Silencio (Silence, de Martin Scorsese, 2016)—, ha sido destinado a películas de acción como Búsqueda implacable (Taken, de Pierre Morel, 2008) y sus secuelas. Sin escalas (Non-Stop, de Jaume Collet-Serra, 2014), Caminando entre las tumbas (A Walk Among the Tombstones, de Scott Frank, 2014) o El protector (The Marksman, de Robert Lorenz, 2021).
Lo acompañan Laurence Fishburne (que no requiere de presentación), el belga Marcus Thomas (como el traumatizado hermano experto en mecánica) y Amber Midthunder (una morenita latina que creo que dará que hablar en el futuro). A ellos se agrega el grupo de los “malos”, que se ocupan de mostrar hasta qué punto los intereses económicos valen más que los humanos.
En todo caso, me atrevo a decir que los verdaderos protagonistas de la cinta son los camiones Kenworth, cuya casa matriz se encuentra en Kirkland, estado de Washington, muy cerca del límite con Canadá.
De hecho, la película fue filmada en Manitoba, e —insisto—, se deja ver como un relato de aventuras con buen suspenso y pocas ambiciones de espectacularidad.
(The Ice Road. USA, 2020)
TRAILER DEL FILM:
“RIESGO BAJO CERO”
PRODUCCIÓN:
Trailer de CineMovs
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