Documento que, más que una denuncia acerca de la crueldad nazi, puede ayudar a reflexionar acerca de la maldad humana siempre pronta a manifestarse frente a una ideología que se acepta como correcta e inquebrantable…
Por: José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
La reunión que describe esta película se desarrolló realmente el 20 de enero de 1942, junto al lago de Wannsee y —habiendo sido llevada a la pantalla chica, en coproducción austro-alemana, en 1984, dirigida por Heinz Schirk—, tal vez no es mucho lo que se puede esperar de esta nueva versión de Matti Geschonnek, nacido en la República Democrática Alemana el 8 de mayo de 1952.
Sin embargo, su estilo rápido e incisivo (que me recuerda el programa A esta hora se improvisa y la inolvidable Doce hombres en pugna / 12 Angry Men, de Sidney Lumet, 1957), logra captar toda la tensión que se produjo en las menos de dos horas en las que se decidió el destino de 16 millones de personas.
En efecto, todos los personajes son históricos y asimismo la discusión de un tema tan delicado, que se expone como si se tratara de una cuestión abstracta en la que la vida no vale un comino.
Que lo que se dice es absolutamente cierto, no cabe duda, puesto que se conservan los informes de la conferencia (levantó el acta la única mujer presente), y fueron confirmados por Adolf Eichmann cuando se le juzgó en Israel, entre 1960 y 1961.
Y —a pesar de que el protagonista es Reinhard Heydrich, Reichsprotektor de Bohemia y Moravia—, es precisamente la figura de Eichmann que resalta por su precisión y sus categóricas afirmaciones acerca de la factibilidad de la “Solución Final”, que debía liquidar a todos los judíos de Europa.
No es una casualidad que la filósofa judía, Hannah Arendt, haya estudiado al personaje avanzando la tesis de la “banalidad del mal”. O sea, un sujeto (masculino o femenino que sea), es capaz de cometer actos malvados porque ése es “su trabajo” y “su obligación”. ¿Suena conocido?
Heydrich, para quien “la guerra y la lucha racial son la misma cosa”, consulta para todo a Eichmann, que tiene siempre el dato estadístico preciso: cuántos son los judíos en Europa, cuántos en el territorio alemán, cuántos los matrimonios mixtos, cuántos los “medios” y “cuartos” de judío. Los jerarcas sin uniforme no se preocupan tanto por las víctimas como por los victimarios, que pueden quedar traumados.
El mismo Himmler, jefe de las SS, quedó impresionado cuando vio asesinar con balazos en la nuca. ¡Calma! Ahora hay un gas que mata sin necesidad de gastar balas. Todo está previsto para alcanzar la meta: aniquilar a todas y todos los que no son de “raza pura”.
El Reichsprotektor habría de morir por las consecuencias de un atentado en su contra y, en venganza, sería arrasada al suelo y masacrada la población de la ciudad de Lidice (eran checos y no judíos), el 10 de junio de 1942.
No se trata de una historia inventada, puesto que existe una filmación realizada por los mismos alemanes.
Pero lo que me impresiona más es compararlo con este texto: “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú,2 y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia”.
No se trata de una orden del Führer, sino del mismísimo Jehová en el Deuteronomio 7, 1-2), y de ese hecho se jactará San Pablo en los Hechos de los Apóstoles 13, 19: después, habiendo exterminado siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su tierra.
¿Qué es lo que anda mal? También en Chile hubo (y hay), personas que obedecen órdenes. Había un ministro que rezaba el rosario habiendo colaborado en las violaciones a los Derechos Humanos.
Conocí a un joven ejecutivo que fue contratado para reorganizar una empresa despidiendo trabajadores: ¡Era la labor que debía cumplir!
Cuando la lujosa casona donde se efectuó la reunión queda vacía, parece que no hubiera ocurrido nada. En cambio, se había sellado el destino de millones de personas.
Como dijo un jerarca chileno: “¡No todos entran en la cocina!”.
¡Amén!
(“Die Wannseekonferenz”. Alemania, 2022)
TRAILER DEL FILM:
“LA CONFERENCIA”
PRODUCCIÓN:
El Séptimo Arte