Adaptación de una película sueca, que se apoya en el histrionismo de Tom Hanks y la simpatía de un buen elenco de reparto. El remake funciona con una fuerte dosis de comedia negra, que provoca risas y transmite un mensaje optimista propio de otros tiempos…
Por José Blanco J.
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Todo ocurre en un condominio de los suburbios de Pittsburg, Pennsylvania. Otto Anderson (Tom Hanks), se llama así, porque así se llamaba su padre. La muerte de su esposa Sonya (Rachel Keller), y la ausencia de hijos, lo han transformado en un individuo hosco y retraído.
Tiene una idea fija: suicidarse. Pero, como se trata de una comedia negra, nunca logra su cometido y los resultados siempre se ven frustrados por inconvenientes producidos por los vecinos.
Mientras tanto, es todo un símbolo la tumba conyugal en la que su mujer (24 de agosto de 1955 – 13 de abril de 2018), lo espera.
A través de una serie de flashbacks, el espectador se entera de la juventud de Otto (interpretado por Truman Hanks, hijo de Tom en la vida real), un joven tímido, que es rechazado en el ejército por una afección cardíaca.
La figura de Sonya (que no envejece jamás), se le aparece constantemente y —en un decurso paralelo—, el espectador se entera de la hermosa historia de amor vivida por ambos.
A ratificar la humanidad de la pareja se une el testimonio de un trans que entrega publicidad y la relación que mantiene con sus vecinos.
La incorporación de un matrimonio mexicano (Marisol, interpretada por Mariana Treviño, es de origen salvadoreño), remece definitivamente ese micromundo que es el condominio.
El fantasma del neoliberalismo y la agonía de la solidaridad acecha a personas que sólo quieren vivir tranquilas. A final de cuentas, la evolución del relato es previsible, pero se sigue con agrado. La vida de reglas estrictas y rutina sobre todo en cuanto a la limpieza, da paso a una nueva oportunidad de Otto que, por ejemplo, enseña a manejar un automóvil a la nueva vecina que está en el último día de embarazo. El marido es una maqueta de inoperancia, las dos pequeñas hijas son encantadoras, un vecino joven se dedica al fisicoculturismo y el amigo de siempre está parapléjico y —junto con su señora—, están a punto de ser desalojados.
Entre tanta película desagradable, ésta entrega un mensaje solidario particularmente optimista. Además, tiene momentos tragicómicos realmente hilarantes, como cuando Marisol descubre que Otto ha sufrido una crisis cardíaca debido a su corazón demasiado grande. Esto le provoca convulsiones de risa que inducen su parto.
Un vecino huraño se intitula, en realidad Un hombre llamado Otto, y es el remake de la película sueca Un hombre llamado Ove (En man som heter Ove, de Hannes Holm, 2015) —basada en una novela de Fredrik Backman—, que fue candidata a Mejor Película Extranjera en los premios Oscar. Su protagonista es Rolf Lassgård, hombronazo de 1,93 m.
(“A Man Called Otto”. Suecia / USA, 2023)
TRAILER DEL FILM:
“UN VECINO GRUÑÓN”
PRODUCCIÓN:
Sony Pictures México
******
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”
Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días sábado a las 15:00 horas, y domingo a las 21.00 horas. Y, además online, en
www.radiouchile.cl
*********