Una película agradable para el mundo infantil, con tanto de aventuras mágicas y la exigencia de maduración tanto de padres como de hijos…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Me acuerdo que, cuando tenía a mi cargo la edición chilena de la revista “Video para Usted”, y yo comentaba todo lo que ingresaba mensualmente en el mercado, la empresa Video Centro comenzó a lanzar una serie de películas de “dibujos animados no agresivos”.
Cuando entrevisté a Luis Alberto Gana, gerente general de la empresa, le pregunté retóricamente el porqué de su decisión y me respondió sinceramente: “Porque estaba molesto con ver en mi casa tanta violencia en las películas para niños”.
Esta película —cuyo verdadero título es Mi hada del caos y yo—, cumple con los requisitos que exigía esa empresa, porque podría ser triste y truculenta.
Sin embargo, se desarrolla de manera simple y sin intensificar las tintas dramáticas. Lo más parecido que he visto es Intensa Mente (Inside Out, de Pete Docter y Ronnie Del Carmen, 2015), de Pixar Animation Studios, porque trata de una niña de 12 años que debe abandonar su casa en el campo para acompañar a su madre a vivir con su nueva pareja. Nada está explicado acerca del porqué de esta situación y —la verdad—, es que no resulta necesario: simplemente todo fluye y Maxie se encuentra viviendo en una situación hostil (provocada sobre todo por los hijos del dueño de casa), en la que pareciera ser culpable de todo lo que pasa.
Mientras tanto, en el Mundo de las Hadas, se realiza un examen habilitante de hadas de los dientes, que son las encargadas de retirar los dientes de leche de l@s niñ@s y substituirlos con regalos. O sea, la misma función que cumple en Chile un ratoncito que deja una moneda.
Abro un paréntesis para recordar que la primera vez que supe del Hada de los Dientes fue en la película En la oscuridad de la noche (Darkness Fall, de Jonathan Liebesman, 2003), del género terrorífico y después me enteré que se trata de una tradición que se remonta a las Edda de la mitología nórdica, escritas en torno al año 1220.
Pues bien, Violetta es una hada golosa y pacotillera, que no ha logrado desde hace tiempo superar el examen, pero que se las ingenia para atravesar la puerta que lleva al Mundo de los Humanos.
Conoce a Maxie y, a cambio de su ayuda, le promete llevarla de vuelta al campo.
Comienza así una agradable aventura, que tiene atisbos ecológicos y alude a los ritos de pasaje hacia la madurez, puesto que ambos personajes aprenderán a enfrentar responsabilidades.
Recomendable para toda la familia, sobre todo para evaluar la relación entre padres e hijos.
(Meine Chaosfee & ich. Luxemburgo / Alemania.
TRAILER DEL FILM:
“LA TRAVIESA HADA DE LOS DIENTES”
PRODUCCIÓN:
SensaCine Trailers
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