Película adrenalínica, que podría tener un trasfondo moral (lo que te pasa es porque has pecado), pero que es preferible verla como una entretención para público que gusta del suspenso…

 Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Círculo de Críticos de Arte de Chile

Liam Neeson se hizo famoso con La lista de Schindler (Schindler’s list, de Steven Spielberg, 1993), y Michael Collins (de Neil Jordan, 1996), para derivar después a una serie de películas comerciales, que tiene un común denominador: la carrera contra el tiempo.

En Contrarreloj (título original: Retribución), interpreta a un especulador estadounidense, que vive en Berlín y que todas las mañanas se ejercita como boxeador. Según parece, tiene un buen pasar por la casa en la que vive y el automóvil que tiene, pero su vida familiar es un desastre: mala relación con su esposa, con su hijo y una cierta indiferencia de su hija.

El día en que transcurren los hechos acepta, con reticencia, llevar a la jovencita al colegio y también al muchacho que se resiste a subir al vehículo. Cuando consigue que éste lo haga, una voz con distorsionador le dice por el celular que bajo el asiento del conductor hay una bomba que explotará si no cumple con las instrucciones que le darán. De allí para adelante, la película transcurre dentro del auto.

Se trata, obviamente, de la misma situación de Máxima velocidad (Speed, de Jan De Bont, 1994), y —en cuanto al ámbito claustrofóbico— recuerda dos films de Jaume Collet-Serra: Non-Stop: Sin escalas (Non Stop, 2014) en un avión, y El pasajero (The Commuter, 2018) en un tren.

Y es precisamente la mano del realizador barcelonés, que aquí actúa como productor, la que se siente en esta película. No por nada ya dirigió a Neeson en Sin identidad (Unknown, 2011) y Una noche para sobrevivir (Run All Night, 2015), además de colocar a Blake Lively, insidiada en un islote por un tiburón en Miedo profundo (The Shallows, 2016).

Por su parte, el actor irlandés aporta su experiencia de hombre que lucha contra el tiempo en Búsqueda implacable (Taken, de Pierre Morel, 2008), con sus secuelas Taken 2 (2012) y Taken 3 (2014), ambas de Olivier Megaton.

Que el desconocido agresor no bromea, no cabe duda, puesto que ya dos connotados hombres de negocios han muerto por un atentado explosivo.

No sólo el protagonista se ha transformado en el principal sospechoso. Y la pregunta que le plantean los que logran comunicarse con él es: “¿Qué hiciste?”. Porque no puede faltar la admonición judeo-veterotestamentaria: todo lo malo que te ocurre no es por casualidad, sino “¡porque has pecado!”.

Más allá de mensajes de teología moral, el director Nimród Antal, de origen húngaro (Vacancy/Hotel sin salida, 2007), sabe generar suspenso.

(Retribution. USA, 2023)

TRAILER DEL FILM:
“Contrarreloj” 

 PRODUCCIÓN:
SensaCine Trailers 

 

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