Nuevamente Jason Statham es un superhéroe sin superpoderes, lo que le da una afinidad con el ciudadano común y corriente. La acción fluye y abre paso a una probable nueva franquicia…
Por: José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
A este punto, no se sabe si ciertos equipos super especializados existen o no. Pero es lo de menos: desde el momento que existen en la ficción, su existencia real es un detalle. Si la película habla de una estructura de killers especializados, que responden al nombre de “beekeepers” (colmeneros, apicultores), y que el mismísimo jefe de la CIA llega a conocer cuando realiza su juramento para con la Unión, quiere decir que existen.
Adam Clay es un nombre que no dice nada, puesto que Jason Statham es siempre Jason Statham. Es un “beekeeper” retirado que resuelve volver a la acción como “freelancer” ante el suicidio de una anciana, que fue víctima de un fraude cibernético. Y nada lo detendrá en su empeño de destruir la organización de estafadores, siguiendo la filosofía de la colmena: se debe eliminar a los que no sirven a la reina.
Relatar la trama es superfluo, puesto que lo único que se busca es mantener alto el nivel de adrenalina así como Statham lo hacía por supervivencia en Crank: Veneno en la sangre (Crank, de Mark Neveldine y Brian Taylor, 2006). Prefiero, por lo tanto, efectuar un par de observaciones.
Una es el paralelo que se establece con Transporter 2 (de Louis Leterrier, 2005), en el que se enfrentaba a una peligrosísima Kate Nauta. Aquí, la contrincante es Megan Le, que luce como una deschavetada y psicodélica “beekeeper”, que tiene la misión de eliminarlo con una ametralladora.
Otra es el mensaje político de la clase gobernante, que se sustenta en el crimen y la delincuencia. Y, curiosamente, están representados por un británico (Jeremy Irons), y una británica (Jemma Redgrave, sobrina de Vanessa y sobrina nieta de Michael), que hacen recordar a figuras conocidas del mundo estadounidense.
Asimismo, Josh Hutcherson (de Kentucky, el Peeta Mellark de Los juegos del hambre), es el malcriado jefe del enjambre de ladrones del Internet.
Pero lo que más me llamó la atención, fue la labor del mando medio que exalta al que roba más quitando dinero a la gente más débil y bien intencionada. Su actuación me recordó en todo momento a un animador de la conocida “Teletón”.
Una pequeña mención a Emmy Raver-Lampman y Bobby Naderi, que son una agente y un agente del FBI, que siguen una investigación paralela y que rompen la tensión permanente provocada por el conflicto ley y justicia. La lógica del “beekeeper” es categórica: “Cuando fallan las leyes, me tienen a mí”. Y tengo que reconocer que me resulta placentera.
(Beekeeper. USA, 2024)
TRAILER DEL FILM:
“BEEKEEPER: SENTENCIA DE MUERTE”
PRODUCCIÓN:
FilmSelect Español
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