No es una película acerca de un juguete, sino de un amigo imaginario encarnado presuntamente en un juguete. Que, obviamente, no es lo mismo. Entretiene y asusta…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Por la publicidad de la película, se podría pensar en un nuevo Chucky, Annabelle o muñeco similar que se dedica a hacer el mal. En realidad, el problema es otro, y la clave está en la pesadilla que tiene Jessica (la afroamericana DeWanda Wise), al empezar la película: la persigue una araña espantosa y la ayuda un extraño hombronazo que después se sabe que es su padre en la vida real y que está en una clínica psiquiátrica.
Es ella la protagonista a pesar de que el foco se empieza a trasladar a su hijastra Alice (la prometedora Pyper Braun), que empieza a identificarse con un amigo imaginario llamado Chauncey que, al parecer, estaría encarnado en un oso de juguete.
Pero es necesario ir por partes. Jessica es una dibujante y autora de libros para niños. Se casó con un músico (Tom Payne), separado de su ex esposa, que aparece poquísimo porque la película está desarrollada al femenino y que tiene dos hijas. Además de la ya mencionada, está Taylor (Taegen Burns), muchachita en la edad del pavo que se lleva mal con ella.
La solución para cohesionar al nuevo grupo familiar parece ser trasladarse a la antigua casa donde vivió Jessica cuando niña y se quedan solas, porque el flamante esposo parte de gira. Allí Alice encontrará a Chauncey y Taylor a Liam (Matthew Sato), un adolescente adicto a las pastillas.
Además, aparece la vecina Gloria (Betty Buckley), una mujer mayor, que resulta ser la antigua niñera de Jessica y que conoce toda la historia del amigo imaginario.
Para mi gusto, es una introducción un poco larga, que toma consistencia cuando interviene una psicóloga (Verónica Falcón), que aclara el concepto de amigo imaginario y de cómo ha habido casos similares en que el niño o la niña que experimenta esa situación ha desaparecido.
Debo llegar hasta aquí para no ser spoiler.
Registro algunas intertextualidades evidentes: Poltergeist: juegos diabólicos, (de Tobe Hooper, 1982), con la prematuramente fallecida Heather O’Rourke. Pero, en cuanto al amigo imaginario no puedo dejar de recordar El resplandor (Shining, de Stanley Kubrick, 1980), y Mente siniestra (Hide and Seek, de John Polson, 2005), con Dakota Fanning y Robert De Niro.
En cuanto a la fase final, la escenografía me trajo recuerdos del clásico El gabinete del Dr. Caligari (Der Cabinet des Dr. Caligari, de Robert Wiene, 1920; The Cabinet of Caligari, remake de Robert Kay, 1962).
En suma: me gustó con reparos en el montaje y el desarrollo.
(Imaginary. USA, 2024)
TRÁILER DEL FILM:
“IMAGINARIO: JUGUETE DIABÓLICO”
PRODUCCIÓN:
Trailers In Spanish
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