Cine, en parte de aventuras, y en parte de noticia actual, entretiene por su buen montaje y efectos especiales. Pero, sobre todo, por su perspectiva surcoreana de la exploración espacial…

 Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Círculo de Críticos de Arte de Chile

Stanley Kubrick dejó una vara muy alta con su 2001: Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968). Posteriormente, ha habido películas sobre astronautas en problemas —como Apollo 13 (de Ron Howard, 1995) y Gravity (de Alfonso Cuarón, 2013)—, pero son más bien cintas de aventuras y siempre vistas desde un ángulo estadounidense.

La novedad es que este Deo Mun tiene un sesgo surcoreano y busca una hermandad entre los exploradores del espacio: ya no debería haber norteamericanos, rusos, australianos, canadienses, ni europeos, sino sólo hermanos planetarios.

Se supone que los hechos (un poco forzados, en realidad), transcurren en 2029 y que una sonda lunar surcoreana capta la atención mundial, como ya lo hizo, en su momento, Estados Unidos tratando de posarse sobre la luna. Pero no todo resulta bien, porque un viento solar golpea la nave y mata al experto comandante junto con el segundo de a bordo. Queda sólo el joven Hwang Seon-woo que deberá completar la misión no sólo por deber, sino también para salvarse.

Desde ese momento, el relato se polariza entre la sonda y el alunizaje, por un lado, y la agencia espacial surcoreana, que recurre al ex director Kim Jae-guk, que renunció después del incidente que abortó el primer intento de arribar a la luna.

Lo acompañan los especialistas a cargo y un ministro, que representa la siempre presente burocracia.

Ya dije que hay hechos un poco forzados. Uno de ellos es que Hwang aparece como un joven poco preparado para esta misión. Otro, que su padre iba en la misión fracasada. Y, también, que la ex de Kim es ahora una destacada dirigente de la NASA.

Lo importante es que entretiene. El montaje y la fotografía cumplen su cometido manteniendo al público aferrado a su butaca, removiendo recuerdos personales de viajes en avión y de otras películas.

En mi caso, vino a mi memoria una frase de julio de 1969: “El acoplamiento del módulo lunar con la nave madre es como enhebrar una aguja, pero sin ver ni el hilo ni la aguja”.

Y, sin pretender ser un spoiler, debo decir que la secuencia sobre la luna es particularmente convincente, sin histerismos ni estridencias.

Además, la banda sonora está hablada en hangugeo (coreano del Sur), lo que da mayor credibilidad a los hechos.

Pero el ojo también quiere su parte y —a título de nada—, Hong Seung-hee, actriz de 27 años, es una pasante que colabora con Kim. ¡Justifica su presencia! 

TRÁILER DEL FILM:
“The Moon: sobreviviente”

 Deo Mun
Corea del Sur
Año: 2023

 

 

 

 

 

 

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