La base de la película es, nuevamente, la adrenalina y virilidad impetuosa. El machismo se desborda en los excesos de estos personajes que sufren del “trastorno límite de la personalidad”…

 Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Círculo de Críticos de Arte de Chile

 

Como juguetes que fueron dejados en un rincón, los personajes de El robo perfecto (Dean of Thieves, de Christian Gudegast, 2018), son retomados para vivir otra aventura con la receta ya entregada y calibrada.

“Big Nick” O’Brien (el escocés Gerard Butler) y Donnie (el afroamericano O’Shea Jackson jr., hijo de Ice Cube), se ven involucrados, cada uno desde su frente, en el robo de un diamante rojo y archivos, desde un hangar del aeropuerto de Amberes, en Bélgica.

La acción fue llevada a cabo por la criminalidad local, la banda Pink Panther y ha tenido efecto en el mundo mafioso sardo.

Ésta es la premisa. El resto de la película es una serie de persecuciones, golpizas y la ejecución de un atraco en una bóveda en el Centro Mundial de Diamantes, en Niza, Francia.

Desde el momento que pertenece al subgénero heist movie, esto es que gira en torno a la planificación de un robo, los modelos por seguir son desde Mientras la ciudad duerme (The Asphalt Jungle, de John Huston, 1950) a Casta de malditos (The Killing de Stanley Kubrick, 1956), pero sobre todo Fuego contra fuego (Heat, de Michael Mann, 1995).

Pero la base de la película es nuevamente la adrenalina y virilidad impetuosa. El machismo se desborda en los excesos de estos personajes que sufren del trastorno límite de la personalidad (TLP), esto es que tienen emociones inestables, impulsividad y relaciones caóticas.

Esto los lleva, ebrios de su amoralidad, a representar una masculinidad que se remoja en la testosterona. De hecho, el bravo guerrero, el guardaespaldas invencible y el tierno enamorado, Gerard Butler, se transforma en la representación del macho perfecto: feo, hediondo y peludo.

En esta oportunidad, se inserta una especie de “Chica Bond”. Se trata de la actriz Evin Ahmad, de padres kurdos, que interpreta a Jovanna, el cerebro de las operaciones. Pero no es más que la manzana de la discordia que suscita una pelea en un club.

En realidad, la película entretiene y deja poco espacio para reflexiones. La infiltración de Nick como contratista de seguridad da frutos, pero los guardias y la policía francesa no son necesariamente ineptos, sino que cumplen su función.

Y lo que me parece el mensaje más importante: los únicos que tienen y representan un verdadero sentido del honor, son los miembros de la mafia, que sólo tratan de recuperar lo que es suyo.

Como advertí en mi comentario hace seis años: venía una secuela. Y —si la taquilla funciona—, habrá una franquicia.

 TRÁILER DEL FILM:
“El robo perfecto: Pantera” 

 Den of Thieves 2 – Pantera
USA
Año: 2024

 

 

 

 

 

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