Este relato novelado tiene como objetivo rescatar la figura de Ramón Freire, acercándonos a la verdadera personalidad del hasta ahora invisibilizado patriota…
Por Toño FREIRE
Usando como pretexto a un periodista investigador que, en los paseos nocturnos guiados por el Cementerio General, tiene un encuentro con el prócer Ramón Freire en las puertas de su mausoleo.
Este relato novelado tiene como objetivo rescatar su figura, acercándonos a la verdadera personalidad del hasta ahora invisibilizado patriota; a sus andanzas político-militares que lo llevaron a ser catalogado como el Cid Campeador Chileno, a su vida sentimental no menos azarosa, que lo llevó a entablar relación con la reina Pomaré en el exótico Tahití, a las leyes que promulgó en aras de la abolición de la esclavitud, de la educación gratuita y a su defensa en pro del feminismo, en su calidad de Director Supremo y Primer Presidente de la República.
El “Yo acuso”, aludiendo a Emile Zola, es el grito desgarrador desde el más allá, de este visionario que clama por el justo lugar que merece en la historia de Chile.
¿POR QUÉ LO ESCRIBÍ?
Sin lugar a dudas, por el apellido: siempre tuve cercanía con el prócer de nuestra Independencia. En el hogar de la infancia y juventud, a menudo rebotaba su nombre. Además, crecí hojeando añejos textos empastados que narraban sus triunfos, derrotas y desengaños.
Lo admiré; sin embargo, me empecé a contrariar al leer variados comentarios de historiadores que lo denostaban. Lo menor: “Un personaje irresoluto, secundario en la gobernanza de la Independencia”.
Esas opiniones impactaron mi condición de periodista y empezó la investigación.