Película rusa de terror, donde la acción transcurre casi por entero en un avión en vuelo que —después de una turbulencia—, lleva a una auténtica crisis de pánico que involucra a la protagonista y a su pequeña hija…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
Esta es una película que no puede proyectarse en un avión en vuelo. Aunque el nivel de tensión es diferente al de películas como el segmento Pesadilla a 20.000 pies (Nightmare at 20,000 Feet, de George Miller), de En los límites de la realidad (Twilight Zone: The Movie, 1983), donde John Lithgow ve un demonio que daña uno de los motores sobre el ala, o Pasajero 57 (Passenger 57, de Kevin Hooks, 1992), con Wesley Snipes, quien combate a terroristas, consigue crear un clima de pesadilla en la que el aparato casi vacío, con dos extrañas aeromozas e inquietantes pasajeros, se transforma en el escenario de una mezcla de realidad y fantasía de la que es imposible escapar.
Todo empieza con la descripción de un inexplicable accidente aéreo del que sobrevive sólo una niñita de seis años, que es entrevistada por la televisión dos décadas más tarde.
Ahora es una adulta joven, tiene una hija de seis años y viajarán para visitar al abuelo de ésta. Como en muchas películas rusas, el cónyuge no existe.
El título en castellano es absurdo, puesto que con Pasajero 666 se quiere aludir al Anticristo y aquí la referencia tiene que ver con la cultura ancestral rusa. Más claro es Fila 19, que indica el puesto dentro del avión.
Ya de partida se cierne un presagio de desastre con una acumulación de señales negativas: el clima ha obligado a suspender muchos vuelos, el frío obliga a deshielar las alas del avión, una tormenta se avecina, los comandantes de la nave parecen estar ausentes, se deberá cambiar de ruta precisamente donde se registró el otro accidente…
Alexander Babaev es un director que sabe manejar el montaje y va combinando los recuerdos de la protagonista con los hechos de la vida real y con sus sueños, gatillados por las píldoras tranquilizantes. Sólo la hija parece no ser una fantasía mientras que como tal se muestra el nervioso pasajero que se embriaga con whisky y quiere fumar, la pareja de ancianos que va en la última fila, el reportero de guerra y el extraño joven que dibuja.
Agregar más sería quitar la pátina de misterio, que rodea a una trama que parece anular el tiempo y el espacio, apoyada en los miedos inherentes a la especie.
Un detalle que ya he hecho notar: se echa de menos la lengua original.
(Ряд 19 / Row 19. Rusia, 2021)
TRAILER DEL FILM:
“PASAJERO 666”
PRODUCCIÓN
Corazón Films
