“EL HOMBRE DEL NORTE” — JOBLAR COMENTA ESTRENOS DE CINE

Película que, como las otras de Robert Eggers, remece por su fuerza expresiva. El verdadero protagonista es el Mal, que se expande como un ectoplasma que toma la apariencia del victimario y del vengador…

 Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile

Las películas de Robert Eggers se caracterizan por su cuidadosa caligrafía, que se ve acentuada por el uso de la luz natural. En efecto, tanto en La bruja (The Witch, 2015), como en El faro (The Lighthouse, 2019), la luz eléctrica no existe, lo que nos recuerda que la situación normal de nuestro mundo es la obscuridad.

En El hombre del Norte, la luz natural también es escasa puesto que los hechos ocurren a 64 grados de latitud Norte a fines del siglo IX y se vive en una penumbra casi perenne.

Corre el año 895 y Amleth (Oscar Novak) es testigo del asesinato de su padre, el rey Aurvandill War-Raven (Ethan Hawke), por parte de su tío Fjölnir (Claes Bang) que se apodera no sólo del reino sino de la reina Gudrun (Nicole Kidman). Finnr (Eldar Skar), el housecarl del usurpador, trata de matar al niño, pero éste se defiende cortándole la nariz y escapa en un bote. Para salvar su vida, el cobarde mentirá diciendo que lo mató y arrojó al mar.

La noche anterior, Aurvandill había hecho participar a Amleth en una ceremonia espiritual llevada a efecto por Heimir el Loco (Willem Dafoe) transfiriéndole el poder, porque había vuelto herido de una batalla y sabía que podía morir pronto. El niño huye jurando que vengará a su padre y rescatará a su madre.

Es criado por vikingos como berserjer (guerrero afín al oso) y, transformado en un hombre corpulento (el intérprete es ahora Alexander Skarsgård), decide ejecutar su venganza después de escuchar la predicción de una vidente (Björk), que le asegura que pronto podrá vengarse.

La puesta en escena es formidable y de un valor antropológico que le quita todo el aire de las aventuras de un Conan el bárbaro.

Que sea el espectador quien siga la acumulación de dos horas y cuarto de tensión nerviosa incrementada por una música y una fotografía que atrapan. Incluso la aparición de la hechicera Olga del bosque de los abedules (Anya Taylor-Joy, la misma de The Witch), que se transforma en la pareja de Amleth, no aporta tanta femineidad cuanto la ferinidad de la hembra: ¡hasta muestra su menstruación para defenderse de un estupro!

Por su parte, a Nicole Kidman no la veía en un rol así desde Daños corporales (Malice, de Harold Becker, 1993), y Todo por un sueño (To Die For, de Gus Van Sant, 1995).

El joven Eggers debe mucho, no tanto a Shakespeare cuanto a Roman Polanski, con su sanguinario Macbeth (1971), y a John Boorman con su inigualable Excalibur (1981), al punto que aquí también una espada (la Draugr), cumple un rol determinante.

Contrariamente a las películas de Hollywood, que se solazan en la preparación de la venganza y disfrutan con su ejecución, aquí el protagonista es el Mal que actúa como un  ectoplasma que toma la apariencia del victimario o del vengador.

Es una época obscura en que las divinidades pueden intervenir también con la forma de cuervos y en el que las walkirias se llevan a los guerreros al Valhalla.

Entre el frío y la obscuridad, los seres humanos no son más que figuras desechables que anhelan una felicidad que nunca podrán alcanzar.

Sin duda, es la mejor película que he visto este año 2022.

(“The Northman”. USA, 2022) 

TRAILER DEL FILM:
“EL HOMBRE DEL NORTE”
 

 PRODUCCIÓN:
Universal Spain

 

******
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”

Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días domingo, a las 21.00 horas; y además online en
www.radiouchile.cl

*********

 

 

 

 

Comentarios