Un cuento de Stephen King, que podría haber sido una película del montón, se transforma en un relato que atrapa y asusta verdaderamente…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Una buena película de terror se reconoce porque genera verdaderamente miedo, tanto por las situaciones que presenta como por las reacciones de los protagonistas ante los eventos que se producen.
Puedo citar dos ejemplos máximos: El exorcista (The Exorcist, de William Friedkin, 1973), y El resplandor (Shining, de Stanley Kubrick, 1980).
The Boogeyman es “el hombre del saco”, conocido también como “el coco” o “el cuco”. Se trata de una figura supersticiosa que utilizan los adultos para asustar a los niños que no quieren dormirse o que se portan mal.
Hay varias películas que llevan por título The Boogeyman (una docena más algunos videos y una gran variedad de cortos).
La que me interesa en este momento se basa en el cuento homónimo de Stephen King que forma parte de la antología Night Shift (El umbral de la noche, en la edición castellana).
El ser humano ha tenido miedo de la obscuridad desde sus orígenes, como lo describe magistralmente el ya citado Stanley Kubrick en su 2001: Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey, 1968), cuando los homínidos tiritan dentro de la caverna con la incertidumbre de la reaparición del sol.
Es ahí donde se resuelve la ecuación del film: el boogeyman se alimenta con el miedo humano y rehúye la luz. Pero el miedo no es sólo a la obscuridad.
El psicólogo Will (Chris Messina), tuvo miedo de ser padre y ese miedo ha vuelto ahora que su esposa ha muerto en un accidente automovilístico. Tiene dos hijas: Sawyer (Vivien Lyra Blair), una pequeña que duerme acompañada por esferas iluminadas, y Sadie (Sophie Thatcher), una adolescente que lo está pasando mal tanto por la ausencia de la madre como por el bullying de sus compañeras en el colegio.
Y el boogeyman lo trae a la casa-consultorio un hombre desesperado (David Dastmalchian), por la muerte de sus tres hijas y, aparentemente, por culpa del boogeyman, que incluso fue dibujado por una de ellas.
Me detengo aquí. La película tiene una fábula conocida, pero el relato se desarrolla de una manera tal que —a pesar de prever su desenlace—, la fotografía y la música (que guía toda la acción), van atrapando al espectador, más por lo que presiente que por lo que ve.
Sin grandes pretensiones de espectacularidad ni descuartizamientos o sangre a raudales, consigue su objetivo: inquietar y asustar.
(The Boogeyman. USA, 2023)
TRAILER DEL FILM:
“BOOGEYMAN: TU MIEDO ES REAL”
PRODUCCIÓN:
20th Century LA
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