La segunda parte llega como un drama musical, pero tiene —a mi parecer—, un contenido profundo, puesto que cuestiona el exitoso género de Hollywood entre los años ‘30 y ‘50 del siglo XX. Buenas actuaciones y escasas aventuras…

 Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Círculo de Críticos de Arte de Chile

 

Hace casi cinco años exactos (8 de octubre de 2019), comenté Joker, de Todd Phillips, concluyendo: “El cómic quedó atrás: ¡esto es sociopatía pura!”.

Esta segunda parte, se presenta como una redención y —para cambiar otra vez de género—, es un drama musical.

Además del formato, que exige detenerse cada tanto para escuchar una canción, la perspectiva también ha cambiado y el asesino de cinco personas (a la que hay que agregar a la madre), hace dos años que está en la cárcel, donde es humillado por los gendarmes que le exigen que los haga reír como el Guasón (The Joker). Y es uno de ellos quien lo lleva, por escarnio, a un grupo musical.

Allí conoce y se enamora al instante de Lee Quinsel, futura Harley Quinn, en la que ve a la primera mujer interesada en escucharlo. Después se sabrá que ella estaba ahí adrede para conocerlo, pero es mejor no adelantarse.

El nudo de la trama, quitando todas las interrupciones musicales, es que Arthur Fleck (un nuevamente extraordinario Joaquin Phoenix), admite sus culpas y se da cuenta que —a pesar de la popularidad que ha alcanzado como vengador de los humildes y de los que buscan la inclusividad—, su mal proceder le ha hecho mella mientras lleva la existencia miserable del recluido en espera de juicio.

Me parece que el director ha decidido llevar a cabo una denuncia del lado siniestro de los musicales al estilo de La La Land, que exigen entretenerse con falsas sonrisas y felicidad fingida. No por nada, la población penal ve una versión en 16 milímetros de Brindis al amor (The Band Wagon, de Vincente Minnelli, 1953, con Fred Astaire y Jack Buchanan), mientras que Lee provoca el incendio.

Y más adelante, en la calle, se ve anunciado en un cine El loco escultor (A Bucket of Blood, de Roger Corman, 1959), acerca del serial killer que mata para modelar “estatuas de arcilla”.

Stefani Joanne Angelina Germanotta, nacida en Manhattan el 28 de marzo de 1986 y que en la vida real tiene también su alter ego como Lady Gaga, está perfecta en su papel y no sólo porque se expresa con la retórica de las palabras entonando las canciones de Broadway, sino porque tiene esa inquietante sensualidad que —con 1,55 m y sus 92-66-94—, la hace superior a la “muñequita” Margot Robbie (1,60 m y 86-61-89).

Me atrevo a decir que es un símbolo de “la estética de la fealdad”, pero creo que muchas desean su suerte.

Tanto ella como la muchedumbre que pide la absolución de Arthur no lo quieren a él, sino al Joker con su risa desproporcionada y esto aumenta su calvario. Lleva sobre sí todo el dolor del mundo por ser un fantoche para uso y consumo de la gente, además del peso de sus crímenes.

Incluso, durante momentos felices de sus sueños, como cuando se exhibe cantando con Lee al estilo de Sonny and Cher (y que me trajo a la mente a Romina Power y Albano).

Recuerdo que una de las primeras películas que comenté como crítico, fue A sangre fría (In Cold Blood, de Richard Brooks, 1967), basada en la obra de Truman Capote, en la que los victimarios se transformaban en víctimas. Oí comentarios del público con respecto a uno de los asesinos: “Era enfermo…”. Sí, pero por otro lado era un individuo peligroso que podía volver a matar. En esta película, la abogada trata de salvar a Arthur demostrando que tiene una doble personalidad. Y ése siempre es un juego peligroso: Sacco y Vanzetti fueron ejecutados no por ser delincuentes, sino por ser anarquistas; los cónyuges Julius y Ethel Rosenberg presuntamente por espionaje nuclear, pero sobre todo por ser comunistas.

A fin de cuentas, así como la película empieza con un dibujo animado de la Warner Brothers, sellando su destino, el Joker reirá desesperadamente y gritará “That’s All Folks!”, o sea, el clásico “¡Eso es to…, eso es to…, eso es todo, amigos!”.

Pero —por si acaso—, la película no termina allí. 

TRÁILER DEL FILM:
“GUASÓN 2: FOLIE À DEUX”

Joker 2: Folie à Deux.
País: USA
Año: 2024
Distribuye:
Warner Bros Pictures LA

 

 

 

 

 

 

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