Buena película que adolece de un mal título en castellano y una pésima publicidad. Como en las obras de Alfred Hitchcock, nada es lo que parece y el desarrollo de la trama aplica el Efecto Kuleshov…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Por la publicidad —mal enfocada, según mi parecer—, creo que esta película ha sido subvalorada. Much@s tendrán presente producciones como El asesino del juego de citas (Woman of the Hour, de Anna Kendrick, 2023), o La casa que Jack construyó (The House That Jack Built, de Lars Von Trier, 2018).
Pero este Strange Darling (literalmente, Extrañ@ Querid@, que se puede leer de manera ambigua), es —según mi parecer—, un film experimental que pone en acto el Efecto Kuleshov.
Para los que no lo recuerden, quiero resumir brevemente lo que nos enseñó la recientemente desaparecida profesora / colega Lidia Baltra, en la Escuela de Periodismo. Hace poco más de un siglo (en 1922), el cineasta ruso Lev Kuleshov filmó el rostro del actor Iván Mozzhujin y colocó la imagen antes de una secuencia de un plato de sopa, otra de un ataúd y otra de una niña jugando. El público asistente percibió que la cara de Mozzhujin expresaba hambre, dolor y felicidad, a pesar de que era siempre la misma. Con ello quedó demostrado que el montaje era un elemento fundamental en la sintaxis fílmica y, sobre todo, en la comprensión semántica de lo que aparece en escena.
Incontables veces he insistido en el principio que una obra es verdaderamente artística cuando “funciona” positiva o negativamente en el receptor. Y, en Strange Darling, el director J. T. Mollner y el fotógrafo Giovanni Ribisi lo consiguen precisamente por el manejo del montaje, puesto que la película se divide en seis capítulos, que —al estilo de Christopher Nolan—, se presentan en desorden cronológico, más un epílogo sorprendente.
Me acuerdo que la publicidad de las películas de Hitchcock advertían: “¡No cuente el final!”. Aquí es necesario no contar la trama. Los cambios sorpresivos me recuerdan a otros grandes del cine contemporáneo. Cito a uno en particular: David Lynch, con Carretera Perdida (Lost Highway, 1997) y Mulholland Drive (2001), además de la serie de televisión Twin Peaks con los 30 episodios de 1990-1991 y los 18 de 2017.
Para no romper el suspenso, me limito a decir que toda la película es un duelo erótico-policial entre un hombre y una mujer, con una persecución extenuante y cambio de roles en el condado rural de Hood River, Oregon.
Como gancho narrativo y voyerista, “la Dama” y “el Demonio” disfrutan de una experiencia sado-masoquista, incorporando a otros personajes en una carrera mortal. Mientras tanto, l@s espectador@s están sometid@s al Efecto Kuleshov y sus reacciones serán completamente diferentes al volver a ver la película.
Y un mensaje evidente desde el comienzo hasta el final: Estados Unidos es una realidad geopolítica peligrosísima. Como para confirmar que un ciudadano armado tiene más posibilidades de sobrevivir que un policía que sigue el protocolo y no puede usar su arma de servicio.
TRÁILER DEL FILM:
“Asesino Serial”
Strange Darling
USA
Año: 2023
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