Ralph y Vanellope deciden entrar a internet para conseguir un volante que permita reactivar el juego Sugar Rush. De manera entretenida, hasta el más neófito puede entender cómo funciona “por dentro” el mundo de las redes sociales…
Por JOBLAR
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
Cuando vi Ralph, el demoledor (Wreck-It Ralph, de Rich Moore, 2012), me costó entender cómo era un videogame por dentro. El tiempo no ha pasado en vano y ha sido para mejor, porque el mismo director apoya a Phil Johnston en una segunda parte, que me ha resultado de una claridad meridiana…
Vanellope se aburre con la rutina del juego Sugar Rush y, para darle un gusto, Ralph crea dentro del videogame una pista alternativa, que termina en un desastre: el volante se rompe y el encargado de la sala de juegos decide apagarlo. Esto significa el desalojo y la cesantía para todos los personajes que participan en él.
La única posibilidad es la de comprar el manubrio en internet y hacia allá parten los dos amigos aprovechando una conexión, que se acaba de establecer con su mundo. Y es aquí que empieza una aventura muy entretenida, que permite entender cómo “vive” ese inframundo de información y transacciones.
Al estilo de Intensamente (Inside Out, de Pete Docter y Ronnie Del Carmen, 2015), el espectador pasa de un sitio a otro, de grandes tiendas a pequeños almacenes y llega incluso a siniestros suburbios donde —por ejemplo— un hacker al estilo de Jabba the Hutt vende virus informáticos.
Todo es claro y preciso: una verdadera clase acerca del trabajo de software y hardware.
Pero, sin duda, el episodio mejor es aquél en que los protagonistas llegan al Mundo Disney y entran en el salón donde se encuentran todas las Princesas creadas por la gigantesca productora. Se siente toda la ironía de un mundo creado etapa por etapa y que —en el mejor estilo de Luigi Pirandello— vive paralelo al nuestro.
No falta el tema humano y reflexivo: la amistad, la elección entre lo que me da satisfacción y mi deber, el afecto posesivo y el respeto por la libertad de otro.
Y no faltan las persecuciones automovilísticas, que agregan nuevos personajes, los cuales seguramente volverán a aparecer.
(Ralph Breaks the Internet: Wreck-It Ralph 2. USA, 2018)
TRAILER DEL FILM:
“WIFI RALPH”
PRODUCCIÓN
Disney Studios LA