¿Para
hacer reír, entretener, o sorprender? La segunda
producción cinematográfica animada producida
en Chile, “Cesantes”, ha dejado con gusto
a poco a los admiradores de la nueva generación
de cine chileno.
Lo primero que llama la atención
es que se trata de una producción animada rara,
y muy difícil de digerir. El crítico
Italo Pasallaqua lo señaló en su comentario
semanal de TVN: “Se trata de una producción
curiosa –dijo- pero no sabría cómo
recomendarla”.
“Cesantes” expone muchas
cosas, de todo un poco, sin detenerse en un objetivo
concreto, o en un perfil de un público concreto.
El comentarista Juan Pablo Sarmiento
señaló que “este filme se escapa
de toda definición, porque pasa por todas partes,
desde la crítica social al esteticismo surrealista,
de la broma tipo Condorito a la ironía”.
Y agrega: “Pero decir que la
historia trata de un hombre que va a una entrevista
de trabajo (hilo central de la trama) sería
reduccionista. Porque en el camino hay alienígenas,
borrachos flatulentos, siniestros café con
piernas y muchos, muchos garabatos”.
Volvemos otra vez a la cuestión
irracional del lenguaje vulgar. Lo mismo ocurre en
la televisión chilena.
El comentarista agrega que la parte
técnica es satisfactoria. “Pero contrasta
–dice- con un guión idiota, difuso, que
busca la talla fácil y que se queda corto en
la crítica social”.
“Cesantes” pretende reírse
de lo chileno, pero con poca gracia, sin objetivos
claros, y que al final uno se pregunta, ¿para
qué una producción de esta naturaleza?
Valoramos el esfuerzo, sin duda, pero
es probable que la idea original se haya quedado en
el tintero, o se trastocó durante su proceso
de producción.