Aunque basada en hechos reales, esta película resiente del humor negro de la comedia italiana clásica, que busca evadir el envejecimiento y la muerte a través de un juego infantil que no respeta reglas…
Por JOBLAR
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
Desde hace 20 años, un grupo de ex compañeros de colegio participan en un juego una vez al año. No es otra cosa que “la pinta”, pero —como cada uno ha seguido su camino— ya no es tan fácil ser encontrados y sorprendidos.
De hecho, la película comienza cuando un veterinario logra ser asumido como limpiador de pisos en un importante edificio empresarial para poder llegar hasta el gerente y “pintarlo”. Está presente una periodista (Annabelle Wallis), que se decide a reportear la “historia”. Y, entre paréntesis, es ese reportaje el que dio origen a la película.
Hay uno de los integrantes del grupo que nunca ha podido ser atrapado (Jeremy Renner), incluso cuando había sido cercado dentro de una cabina telefónica. Pero ahora se apresta a casarse y sus amigos creen que ha llegado el momento.
Una serie de gags componen un relato liviano y sin pretensiones, que exalta la amistad y la convicción de que así no se envejece. Es decir, el grupo sigue una máxima que ha sido atribuida a Benjamin Franklin, pero también a Bernard Shaw y muchos otros: “El hombre no deja de jugar porque envejece, sino que se hace viejo porque deja de jugar”.
Sin objetar una sola de esas palabras, quiero recordar que Johan Huizinga llegó mucho más allá en su Homo ludens, demostrando que el hombre tiende antropológicamente al juego. Y se trata de una cuestión tremendamente seria: de hecho, el que rompe las reglas del juego es rechazado por la sociedad.
Pero quiero agregar algo más. Esta película me recordó Amigos míos, de Pietro Germi y Mario Monicelli (Amici miei, 1975) y sus dos secuelas (1982, Mario Monicelli; 1985, Nanni Loy) con los cinco sesentones que han decidido no tomarse en serio y reírse de todo y de todos.
Pero, como en todas las comedias negras italianas, queda un sabor amargo: en realidad, exorcizan a la muerte.
En cambio, ¡Te atrapé! es un film que no tiene pretensiones antropológicas y sólo quiere expandir la entretención, siendo ideológicamente correcto: uno de los amigos es afro y, al final, los jugadores aceptan la inclusión de una mujer y es nada menos que la pelirroja Isla Fisher, de Loca por las compras (Confessions of a Shopaholic, de P.J. Hogan, 2009).
(Tag. USA, 2018)
TRAILER DEL FILM:
“¡TE ATRAPÉ!”
PRODUCCIÓN:
Cine Movs Trailers
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