Esta nueva “distopía adolescente” promete entretención, apoyándose en temas recurrentes e intérpretes jóvenes exitosos. Para desentrañar su eventual mensaje ideológico, habrá que esperar los siguientes capítulos. Pero, mientras tanto, entretiene…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
Con esta película, se inaugura una nueva saga de “distopía adolescente” y la novedad consiste en que el protagonista no puede ocultar lo que piensa, puesto que padece de una infección (“el Ruido”) que da a conocer lo que procesa su cerebro e, incluso, lo transforma en hologramas visibles para el resto.
De inmediato se informa al espectador que “El ruido son los pensamientos sin filtro de los hombres y sin un filtro, el hombre no es más que caos”.
Los hechos transcurren el 2257 D.C. en el Nuevo Mundo. Y el Nuevo Mundo es un planeta similar a la Tierra, pero muy lejano de ella, al que los terrícolas llegaron a colonizar.
Allí transcurre monótona la vida de Todd Hewitt (Tom Holland), que consigue dominar el Ruido repitiendo siempre la frase “Yo soy Todd Hewitt”, hasta que la existencia de Prentisstown se ve remecida por la aparición de Viola (Daisy Ridley), una jovencita que sobrevivió al estrellarse de una cápsula exploradora, derivada de una nave que transporta a nuevos colonizadores. Después se sabrá que forma parte de esa expedición y que —como el viaje desde la Tierra dura 64 años— ella nació en la nave y nada conoce del mundo real: por ejemplo, nunca ha visto llover.
Para Todd, sólo existe Prentisstown, donde vive con sus padres adoptivos y donde manda un alcalde (Mads Mikkelsen), que oculta sus pensamientos repitiendo “¡Yo soy el círculo!”).
Otro personaje es un agresivo predicador de raza negra (David Oyelowo), que no hace más que pronosticar desgracias.
El protagonista no sabe leer ni escribir porque es una de las fuentes de control del gobernante y le han contado que los nativos Spackle (zulaques, en la traducción castellana) mataron a todas las mujeres, incluida su madre. En realidad, la especie femenina es la única que no padece del Ruido, lo que la transformaba en un peligro. Y el joven siente el genético llamado del sexo, cuando ve a Viola, y no puede ocultarlo.
En cambio, la pandilla que tiene el poder ve a la chica como un peligro, pero también como una posibilidad de salir de ahí. La huída de ambos, perseguidos implacablemente, junto a un simpático perrito, es el núcleo del argumento y permite ensanchar un mundo, que me recordó La aldea (The Village, de M. Night Shyamalan, 2004).
No quiero ser un spoiler y, por lo tanto, sólo diré que los diálogos entre ambos van aclarando el mundo de los dos jóvenes.
Basado en El cuchillo en la mano (The Knife of Never Letting Go) de Patrick Ness, es el primer film de una anunciada trilogía y se siente, porque demasiadas preguntas quedan sin respuesta a pesar de que el cierre da por concluida la historia que se presentó.
Mi consejo es que no le pidan a la película lo que ésta no quiere ofrecer. Esto es, la acción incansable del Doug Liman de Identidad desconocida (The Bourne Identity, 2002) o Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, 2014); o que Tom Holland se comporte como el Hombre Araña y Daisy Ridley como la Rey de Guerra de las galaxias (Star Wars, 2015-1019).
Debería haber un cierto mensaje ideológico, que todavía no se expresa de manera evidente. Sólo Viola afirma que los terrícolas son los alienígenas, porque invadieron tierras ajenas, tal vez con alusión a la conquista estadounidense del Oeste norteamericano o de los sionistas en Palestina. Habrá que esperar para verlo.
Y un detalle: así como uno de los “malos” es un negro, a la heroína le pusieron una peluca rubia. De esa manera, se acerca a la figura ya estereotipada de Jennifer Lawrence en la saga de Los juegos del hambre (2012-2015), la Saoirse Ronan de El huésped (The Host, de Andrew Niccol, 2013) y la Shailene Woodley de Divergente (2014-2017). Continuará…
(“Chaos Walking”. USA, 2021).
TRAILER DEL FILM
“CAOS: EL INICIO”
PRODUCCIÓN:
SensaCine Trailers
