Película rusa que combina mensajes propagandísticos con situaciones dramáticas y sentimentales. Cumple su cometido con las secuencias relativas a los incendios forestales, pero se alarga innecesariamente…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
Tres películas en una: primera, un documental acerca del Servicio de Protección Forestal Aéreo Ruso; segunda, la historia sentimental de la hija del jefe de un grupo y un novato; y tercera, el rescate de los habitantes de una aldea en medio de los bosques.
En mi opinión, habría bastado la tercera para desarrollar una película con suficiente intriga y acción sobrecogedora. Por estadísticas oficiales, el enorme territorio ruso padece —como todo el planeta Tierra por el cambio climático—, de siniestros que abarcan 4 millones de hectáreas. Y —tengo que decirlo de inmediato—, están mejor preparados que el CONAF, donde el combate al fuego huele a quemado y a improvisación.
El relato es sencillo. Un breve prólogo deja en evidencia que no seguir la voz de la experiencia y dejarse llevar por el pánico conduce a la muerte.
El protagonista, veterano de combate al fuego, se desmoraliza al perder a uno de sus hombres. Pero debe intervenir en otra misión “de rutina” y resuelve llevar al soliviantado pretendiente de su hija: de hecho, el muchacho no sabe que ella sufre de problemas cardíacos.
La verdadera acción empieza como a la hora de la película, cuando el equipo de seis bomberos debe transformarse en rescatista de los habitantes de una pequeña aldea, donde están celebrando un matrimonio. Los recién llegados encuentran una acogida poco favorable, además que despiertan el encono de los mocetones lugareños, que ven rivales para los encantos de las chicas del lugar.
Y, en realidad, lo mejor es la descripción de ese mundo pueblerino con mujeres regordetas y un poco candorosas, que desbordan simpatía. Pero la tragedia es inminente. Se avecina un “incendio por las copas”, que es imposible de apagar. Esto significa que hay que dejarlo todo y partir sólo con lo puesto. Un destartalado helicóptero (que es el elemento humorístico de la cinta), servirá para rescatar a los niños, que se salvarán gracias al sacrificio del alegre bombero que tocaba la guitarra.
Una mujer parirá dentro de un bus rodeado por las llamas y será un verdadero himno a la esperanza.
Porque este film, a pesar de que explota los arquetipos de Hollywood, no es el de los “jovencitos” como el Kurt Russell de Marea de fuego (Backdraft, de Ron Howard, 1991), o el Scott Glenn de Tormenta de fuego (Firestorm, de Dean Semler, 1998).
Son seres humanos con sus inquietudes y su conciencia del deber por el bien común.
Tiene también algunos pequeños símbolos, como el fósforo que se sostiene en la mano “hasta quemarse los dedos”. Si se quiere es un mundo ingenuo, pero necesario. ¡Y debería tener banda sonora en ruso para darle mayor autenticidad!
(“Ogon”. Rusia, 2020)
TRAILER DEL FILM:
“CONTRA EL FUEGO”
PRODUCCIÓN:
Bf Distribution
********
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”
Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días domingo, a las 21.00 horas; y además online en
www.radiouchile.cl
*********