Otro reboot, lleno de citaciones y lugares comunes, que apunta más hacia el aspecto socio-político (la corrupción) y a la responsabilidad que le cabe al hombre murciélago. Es sobre todo entretención, una verdadera antología intertextual que dura casi tres horas sin aburrir…
Por José Blanco Jiménez
Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile
¿Tiene sentido un nuevo reboot de Batman? Sigo al personaje desde hace más de 60 años —en historietas, en televisión y en cine—, y creo que la temática está agotada, excepto para los que recién conocen al “hombre murciélago”.
Las portadas de las revistas Novaro siempre tenían un componente intrigante, que invitaba a comprarlas y leerlas. Batman y Robin no tenían superpoderes, pero sí inteligencia para resolver los problemas y mucho de detectives en su manera de actuar. Además, no mataban a nadie.
La serie de televisión —con un actor menor como Adam West—, se apoyó en cambio, en el villano invitado, creando una galería paralela de personajes que empezaron a repetirse hasta la saciedad. Y el esquema era siempre el mismo: una fechoría, la investigación de los héroes, el desenmascaramiento del villano y su captura. Todo con una regularidad tanto condicionante como monótona. Incluso, se empezó a sospechar de cierta homosexualidad de Batman, no sólo por su relación con su hijo adoptivo, sino por la ausencia de mujeres en su vida. Así surgieron Gatúbela (Catwoman) y la Batichica.
El vuelco se produjo con las películas de Tim Burton (1989 y 1992), que presentaron a un Batman neurótico y vengativo (interpretado por Michael Keaton) y a El Guasón (The Joker), como un rival psicopático y grotesco.
De ahí para adelante ha habido de todo, con olvidables Val Kilmer, George Clooney y Ben Affleck, acompañados por villanos cada vez menos creíbles.
Fue necesario llegar a un director genial, como Christopher Nolan, para rescatar el sentido del personaje y también entregar buen cine. Y —con la trilogía de los años 2005, 2008 y 2012—, parecía que se había llegado al final.
Sin embargo, aparece ahora Matt Reeves, director de Cloverfield (2008) y de dos episodios de El planeta de los simios (2014 y 2017), que aumenta el aspecto tenebroso (¿influencia de David Fincher?) de una Ciudad Gótica en la que nunca se ve el sol y se sirve de un actor como Robert Pattinson, que fue buen intérprete de Cosmopolis (de David Cronenberg, 2012), pero que no logra sacarse de encima su imagen de vampiro de la serie Crepúsculo.
Aquí se da vuelta la ecuación y el villano se transforma en vengador. En efecto, es El Acertijo el que empieza a asesinar a los políticos corruptos. Porque ése es el tema, como la denuncia de un fiscal general que ha impedido investigar ciertos casos que generaron mucho dinero y favorecieron a políticos importantes: ¿Suena conocido?
Se mezcla la justicia con la venganza y viceversa. De hecho, Selina (Zoë Kravitz, hija de Lisa Bonet), no es exactamente Catwoman, sino más bien una ladrona que quiere castigar a los asesinos de una amiga.
El Acertijo, por su parte, quiere vengarse de los que lo hicieron llevar una vida precaria por su condición de huérfano. Es ahí donde tiene su responsabilidad Bruce Wayne, cuyo padre se relacionó con mafiosos para presentarse a la elección de alcalde y creó una fundación para ayudar a los niños pobres, que fue usada para el lavado de dinero.
La ambientación y el montaje tienen mucho de cómic y me recordaron al Sin City, de Frank Miller, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez (2005), como asimismo el que objetos y personajes (como el batimóvil) surjan de la nada. Y —a propósito de batimóvil—, hay una larga secuencia de persecución que no sólo copia las películas de James Bond, sino que está acompañada por una música que es casi un plagio. En ella participa El Pingüino, interpretado por un irreconocible Colin Farrell, lo que me hizo recordar las maravillas de maquillaje del Dick Tracy, de Warren Beatty (1990).
Un solo nombre: Al Pacino, como Big Boy Caprice. Y ya que de James Bond se trata, el único amigo que Batman tiene entre los policías es el teniente James Gordon (Jeffrey Wright, conocido como Felix Leiter en las películas de 007), que es también el único no corrupto (aunque astutamente se dan indicaciones que podrían indicar lo contrario), y el único afro entre una gran cantidad de “White Men” poco recomendables.
Alfred Pennyworth —el Gollum de El señor de los anillos, y el chimpancé Caesar de El planeta de los simios —es el fiel Alfred, que reemplaza tanto al fallecido Michael Gough como a Michael Caine—.
En este caso, aparece no sólo como el protector del joven Bruce Wayne, sino que también revela algunos secretos que ha llevado consigo por muchos años.
En suma: entretención en pantalla grande con estilo de cómic. Tal vez por ello los personajes se presentan de manera superficial, a no ser que a Pattinson le interese seguir entregando la imagen de un individuo que no vive en este mundo. Hasta sus besos con Selina son —como se dice—, “más fomes que choque de globos”.
(“The Batman”. USA, 2022)
TRAILER DEL FILM:
“BATMAN”
PRODUCCIÓN:
SensaCine Trailers
