Otro homenaje a la diversidad. Es el road movie de una joven y un joven antropófagos, que recorren Estados Unidos huyendo de sí mismos y de la imposibilidad de ser “normales”…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Después de su apología del homosexualismo (Llámame por tu nombre / Call Me By Your Name, 2017), y de su remake de Suspiria (2018), Luca Guadagnino dirige el tema del horror a una nueva raza de “diversos”: los antropófagos. Y para ello se sirve nuevamente de un joven actor sobredimensionado, que sigue sin convencerme: Timothée Chalamet.
De hecho, para mi gusto, siendo judío neoyorkino en la vida real, estaba bien en Un día lluvioso en Nueva York (A Rainy Day in New York, de Woody Allen, 2019), pero fuera de lugar en Dune (de Denis Villeneuve, 2021), al punto de que lo confundo con Finn Wolfhard (Presencias del mal / The Turning, de Floria Sgismondi y Cazafantasmas: Más allá / Ghosbusters: Afterlife, de Jason Reitman, 2021).
La que sí está muy bien es la jovencita afro-canadiense, Taylor Russell, a quien ya había visto en Escape Room: Sin salida (de Adam Robitel, 2019), de la que ya existe una segunda parte. Ella interpreta a Maren, que heredó de su madre su condición de antropófaga y que debe luchar contra su tendencia, que ejerce a pesar de su aparente fragilidad. Es así cómo es abandonada por su padre y se decide a encontrar a su madre, entablando relación con dos seres como ella: el adolescente Lee y el viejo Sully (Mark Rylance).
Que quede claro: no son ni zombies ni vampiros, sino seres mortales de carne y hueso, pero que huelen a la distancia cuando hay uno como ellos y deben reprimir sus instintos cuando establecen una relación afectiva. El hecho de que aparezcan como seres “normales” los hace temibles para el público “normal” (que, por lo demás, también se alimenta de carne).
Cuando aparece en la pantalla un niño indefenso, surge en el espectador el temor de que lo agredan y se lo coman. Es decir, es lo que ocurre en “la vida real” con el pedófilo o el asesino al estilo de “M” de Fritz Lang (1931), o con el simpático vecino que resulta ser un miembro de criminales Servicios Secretos, que nunca serán castigados “en la medida de lo posible”.
Es el tema de la diversidad que exige respeto, pero que también es un riesgo. La película deja en claro que vivimos en un mundo peligroso (es la época de Reagan, de la Tolerancia Cero, del VIH), y —al igual que las secuelas gore con tantos Jason Voorhees, Michael Myers y Freddy Krueger—, el asesino está junto a nosotros y sólo espera su momento para agredir.
Guadagnino no esconde sus tendencias sexuales, pero también advierte que el peligro acecha: personajes como los rednecks (interpretados por Michael Stuhlbarg y David Gordon Green), existen y sólo esperan su momento.
Los que pasan por personas comunes y corrientes tratan de cumplir con sus roles, pero al final su naturaleza exigirá comerse al otro “hasta los huesos”.
Los seres humanos no han evolucionado mucho en dos millones de años.
(“Bones and All”. Italia / USA, 2022).
TRAILER DEL FILM:
“HASTA LOS HUESOS”
PRODUCCIÓN:
Warner Bros Latinoamérica
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