Película de matinée de pocas pretensiones, pero entretenida. Su desarrollo es lineal, sin sorpresas y tiene la clásica estructura del cliffhanger. Un astronauta y una pequeña pasajera sobreviven a un accidente espacial. Luego tratan de escapar del planeta poblado por dinosaurios y ametrallado por meteoritos…
Por José Blanco J.
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
Un pésimo título, que trata de justificar la localización del relato a pesar de que el crédito de partida advierte que hace 65 millones de años una nave cayó sobre la Tierra. No hay sorpresa final como en El planeta de los simios (Planet of the Apes, de Franklin J. Shaffner, 1968), pero tampoco se explica dónde iba dirigida la nave y por qué la colisión con los meteoritos se produjo en ese punto. ¿A dónde fue mandado el mensaje de auxilio? ¿Por qué se demora tan poco una respuesta? ¿Están en otro espacio del multiverso?
Demasiadas preguntas que no tienen respuestas. Y creo —sinceramente—, que no son necesarias, puesto que esta es una película de entretención que no necesita de lógica alguna. Y de hecho es una macedonia de lugares comunes, que se desarrollan con el criterio de la serial que se iba a ver una vez por semana y en la que el “jovencito” no moría nunca.
Recuerdo que la primera vez que vi peligrosos animales prehistóricos fue en Tierra desconocida (The Land Unknown, de Virgil W. Vogel, 1957), en mi querido Teatro Avenida Matta. Y me entretuvo como ahora lo hizo esta aventura que no requiere de mayor coherencia y que me recordó cuando yo jugaba en la peligrosa selva del living de mi casa.
Dos actores: el siempre insoportable Adam Driver (que juega, no muy convencido, a ser el héroe), y una encantadora Ariana Greenblatt (nacida el 27 de agosto de 2007, actriz de Disney Channel), que no se sabe por qué iba en el viaje ni qué lengua habla. Ambos están juntos para sobrevivir, pero además el piloto (porque lo era), ve en ella a su hija que murió y que tiene registrada en antiguas grabaciones.
Los dinosaurios se suceden de más pequeños a más grandes y más terribles: es la lógica de Jurassic Park (de Steven Spielberg, 1993).
El dueto adulto-infante es el de Aliens (de James Cameron, 1986). El tembladeral y los peligros de la selva son los de las películas de Tarzán de los años ‘30 a ‘50. La capacidad del protagonista para sacar accesorios de todas partes me trae a la memoria cómics del tipo La zorra y el cuervo, o El inspector Gadget.
En suma: entretención al por mayor para los que han hecho del cine una fuente lúdica y creativa.
(65. USA, 2023).
TRAILER DEL FILM:
“65 – AL BORDE DE LA EXTINCIÓN”
PRODUCCIÓN:
Trailers In Spanish
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