Este homenaje a la muñeca más famosa del mundo occidental sirve para divertirse y, al mismo tiempo, reflexionar acerca del machismo y del triunfo del capitalismo como una forma de consolidación de una existencia ilusoria que resulta ajena del mundo real…

Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Círculo de Críticos de Arte de Chile

La más exitosa creación de Mattel cobra vida en el cuerpo de una actriz, que el público conoce precisamente sobre todo por su cuerpo: Margot Robbie.

En efecto, esta australiana (nacida en 1990) –a pesar de sus declaraciones sobre el acoso sexual–, no ha tenido inconveniente en aparecer completamente desnuda y en situaciones “escabrosas” en secuencias de películas como El lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street, de Martin Scorsese, 2013) o Babylon (de Damien Chazelle, 2922).

A esto hay que agregar a la Harley Quinn de Suicide Squad (de David Ayer, 2016), y de Aves de presa y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn (Birds of Prey and the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn, de Cathy Yan, 2020), en las que presume de sus pequeñas nalgas.

La Barbie, creada por Ruth Handler (que aparece, casi en un cameo, interpretada por Ruth Perlman), tiene las siguientes medidas: 91 cm de pecho, 46 cm de cintura y 84 cm de caderas.

Margot, por su parte, a su 1,68 cm de estatura, aporta 86-58,5-86 cm lo que la hace creíble sobre todo cuando aparece con su traje de baño a rayas.

Menos coherente resulta Ryan Gosling que, además de varias cintas de aventuras, es recordado por La La Land (de Damien Chazelle, 2016), donde baila con Emma Stone. Su Ken se estrella con un mundo real en el que, subrepticiamente, los que mandan son los homosexuales. Los otros Ken disfrutan de su calidad de bobalicones, que –en cierto momento–, creen tener el poder. Pero no es más que una alegoría de la presunta libertad de los que disfrutan de un mundo ficticio.

Además de muchas referencias a la publicidad de los muñecos, que arrancan carcajadas de los espectadores adultos jóvenes, hay algunos guiños para los que no son tan jóvenes, como la elección de calzado que le ofrece la Barbie Rara, que recuerda el ofrecimiento de Morpheus a Neo en el Matrix de l@s Herman@s Wachoski (1999).

A propósito: como siempre, Kate McKinnon está espectacular en su maqueta de deschavetada, que disfruté en Cazafantasmas (Ghostbusters, de Paul Feig, 2016) y Mi ex es una espía (The Spy Who Dumped Me, de Susanna Fogel, 2018), donde eclipsa a Mila Kunis.

Debo advertir que la escenografía me recordó tanto a The Truman Show (de Peter Weir, 1998), como a Dogville (2003, Lars von Trier), y no creo que se trate de una simple coincidencia: en realidad, esas dos puestas en escena resultan señeras de lo que es un mundo inventado, que se mantiene gracias a la colaboración imaginativa del público.

Y es lo que consigue la directora Greta Gerwig, que contrapone un matriarcado sin hijos como Barbieland a un mundo real de un pseudopatriarcado de idiotas, obnubilados por el sexo y el dinero (en particular los ejecutivos de Mattel, con su jefe parecido a Donald Trump).

La misma Barbie, que es un objeto, se siente observada como tal y encara a un grupo de obreros diciéndoles: “¡Yo no tengo vagina!”.

Y esto último me recuerda que hace años leí que la muñequita en cuestión resulta la responsable de la anorexia de toda una generación, que anhelaba tener un cuerpo imposible de conseguir puesto que, para alcanzarlo, una muchachita jamás habría podido menstruar.

Spoiler o no, les pido que pongan atención en la última secuencia de la película.

Finalmente, me siento en el deber de expresar mi disgusto por la eficaz, pero desagradable, parodia de la obra maestra de Stanley Kubrick: los homínidos son niñas con muñecas que preparaban para el instinto maternal; el monolito es reemplazado por Barbie, que cambia el destino hacia la mujer que se desea ser. Como el chiste de los abogados arrojados al mar: ¡es un buen comienzo!

Como puede apreciarse, esta diversión cinematográfica da para varias interpretaciones.

(Barbie. USA/Gran Bretaña, 2023)

 

TRAILER DEL FILM:
“BARBIE” 

 PRODUCCIÓN:
Warner Bros

 

 

 

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