Luc Besson vuelve a la ciencia ficción adaptando un cómic que, sin duda, inspiró varias películas estadounidenses. Su estilo, como siempre, es adrenalínico y las breves pausas dejan apenas tiempo para entender el apresurado y enrevesado argumento. Entretención al ciento por ciento.
Por JOBLAR
Veinte años después de El quinto elemento (Le Cinquième Élément, 1997), Luc Besson vuelve a dirigir una película futurista, pero sin haberse alejado de la ciencia ficción, puesto que muchos tendrán presente Lucy, con Scarlett Johansson (2014).
Es un live action, es decir una obra audiovisual con actores reales basada en personajes de historietas. Había empezado la pre-producción el 2009 pero, cuando James Cameron estrenó Avatar, decidió cambiar el guión.
Los hechos transcurren en el 2740. Valerian y Laureline son agentes especiales que deben mantener el orden en todo el universo. Reciben la orden de dirigirse a Alpha, una metrópolis donde conviven 3.236 especies y donde está creciendo un peligroso virus. Y el espectador entra de inmediato en la magia de los transportes espaciales intergalácticos, las incursiones en mundos virtuales paralelos y el combate con seres monstruosos.
Los personajes fueron creados en 1967 por Pierre Christin e ilustrados por Jean-Claude Mézières, y ya fueron protagonistas de una serie de animación de Stéphanie Jialland y Marc Journeux el 2007.
El mayor Valerian (Dan DeHaan, 31)y el sargento Laureline (Cara Delevingne, 25) se complementan, pero sin la química —por ejemplo— de un Flash Gordon y una Dale Arden. Decididamente, ella no es “la niña” indefensa y se concentra más que nada en su trabajo. Además —seamos francos—, es una chica bonita que juega a ser un personaje. De hecho, me recuerda los niños que juegan a ser héroes invencibles contra enemigos imaginarios.
El relato es difícil de resumir, porque no da tregua. Los pocos momentos de reposo apenas dan tiempo para reflexionar, como cuando los tres seres que venden información hacen ponerse en la cabeza de Laureline una medusa, que es comensal en una simbiosis, para obtener información del paradero de Valerian.
Muchos elementos del comic ya han sido utilizados en otras películas, como La guerra de las galaxias. Por ejemplo, no falta un equivalente de Jabba the Hutt. Aquí se llama Igon Siruss y tiene la voz de John Goodman.
Sin duda, merece un párrafo aparte la extraordinaria secuencia interpretada por Rihanna, que —en diez minutos— se transforma en innumerables personajes que bailan aferrados a un caño. Se trata de Bubble, un ser espacial con aspecto de pulpo de gelatina azul, obligado a prostituirse por un rufián que interpreta Ethan Hawk.
(Valérian et la Cité des mille planètes. Francia, 2017)
TRAILER DEL FILM:
“Valerian y la ciudad de los mil planetas”
Producción:
Trailers in Spanish
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