Desde el 16 de diciembre al 7 de enero, en el Teatro Municipal de Santiago, el público volverá a ver la exitosa versión de este ballet creada por Luis Ortigoza, en la coreografía; y Jorge Gallardo, en escenografía y vestuario, inspirados en los Ballet Rusos de Serguéi Diáguilev… La música, en tanto, estará a cargo de la Filarmónica de Santiago, bajo la dirección de Pedro-Pablo Prudencio…
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Fotografías:
Patricio Melo
El Teatro Municipal de Santiago se prepara para celebrar la Navidad y cerrar la temporada de ballet con un clásico de clásicos: Cascanueces.Del 16 de diciembre al 7 de enero, el Ballet de Santiago presentará la exitosa versión que estrenó en 2021 y que cuenta con la coreografía de Luis Ortigoza; y la escenografía y vestuario del destacado diseñador Jorge Gallardo. La música de P.I. Tchaikovsky estará a cargo de la Orquesta Filarmónica de Santiago, bajo la batuta de su director residente, Pedro-Pablo Prudencio.
Se trata de una propuesta pensada para toda la familia que rinde especial homenaje a los creadores del Cascanueces, P. I. Tchaikovsky y M. Petipa, al presentar una versión tradicional que sigue la coreografía original y la historia de E. T. A. Hoffmann, pero evocando la Rusia en que la obra apareció por primera vez, hacia fines del siglo XIX.
Estas funciones marcarán, además, el retiro del bailarín solista Miroslav Pejić, quien encarna el rol de Drosselmeyer.
“El trabajo de gran creatividad, factura y belleza que ha realizado para este ballet el equipo técnico y artístico, además, por supuesto, de los bailarines, nos envuelve desde el primer momento y nos lleva a experimentar la verdadera magia de la Navidad. Es por eso que queremos invitar especialmente a las familias a acompañarnos en estas funciones de Cascanueces, donde será posible reír y soñar juntos, más allá de las realidades y dificultades de nuestro mundo”, dijo Carmen Gloria Larenas, directora general del Teatro Municipal.
Las piezas que darán vida a este sorprendente ballet incluyen trineos inspirados en una gélida Rusia, huevos Fabergé gigantes que giran, vestidos destellando con decenas de cristales y profundos bosques. Por otro lado, el vestuario rinde homenaje a los Ballets Rusos de Serguei Diaghilev, al tomar como referencia el colorido y las formas que esa compañía usaba en sus producciones y que hoy son un emblema para el mundo de la danza.
ENTRADAS
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«Cascanueces»
