Un nuevo “héroe”, entrenado para matar, que participa en operaciones ultra secretas de la CIA. Tiene una motivación (su novia fue asesinada por terroristas), pero no debe permitir que su “trabajo” se transforme en algo personal.
Por JOBLAR
El título original de la película es American Assassin y está basado en una novela de Vince Flynn, que describe la vida de Mitch Rapp, un agente de la CIA.
Lo interpreta Dylan O’Brien, a quien ya se ha visto en la serie de Maze Runner: Correr o morir (Maze Runner, de Wess Ball, 2014), Maze Runner: Prueba de fuego (Maze Runner: The Scorch trials, de Wess Ball, 2015) y ya está en post producción en Maze Runner: La cura mortal (Maze Runner: The Death Cure, Wes Ball, 2017).
También estuvo presente en Horizonte profundo: desastre en el Golfo (Deepwater Horizon, de Peter Berg, 2016).
Sin duda, es un nuevo héroe cinematográfico del que ya se esperan nuevas aventuras.
Se trata de un joven, cuya novia fue asesinada en una masacre terrorista perpetrada en una playa turística. Sobrevivió y se entrenó para vengarse. Se infiltró en una célula islámica y logró su cometido gracias a la intervención de soldados estadounidenses, que pertenecían a un grupo de operaciones supersecretas.
Reclutado para formar parte de ese programa, que prepara máquinas para matar, está bajo las órdenes de Stan Hurley, un veterano de la Guerra Fría (Michael Keaton, que vuelve a la neurótica maqueta que lo hizo famoso con el Batman, de Tim Burton).
La principal regla que lo obliga a respetar es la de nunca hacer de su trabajo algo personal: simplemente debe matar porque para eso ha sido entrenado.
Y la ocasión se presenta con el robo de una cantidad de plutonio, que podría terminar en manos de los iraníes. Todo un equipo se pone en funciones, con la más alta tecnología y las más altas exigencias atléticas de acrobacia.
No es el caso de esbozar el relato, puesto que termina siendo casi una excusa para el despliegue de una violencia desatada y animalesca, en la que hay sólo una regla: liquidar al contrincante.
Como siempre, busco una segunda lectura: éstos son los héroes que deberían permitirnos dormir en paz, puesto que son verdaderos ángeles guardianes que nos protegen de los demonios desalmados que nos acechan.
Pero también me llama la atención que la jefa, Irene Kennedy (Sanaa Lathan) sea una mujer afroamericana, que me recuerda a una cierta secretaria de Estado contraria al aborto, pero partidaria de asesinar a cualquiera que se oponga a la promoción de “la libertad y la democracia”. Un personaje similar interpretó Angela Bassett en Ataque a la Casa Blanca (Olympus has fallen, de Antoine Fuqua, 2013) y Londres bajo fuego (London has fallen, de Babak Najafi, 2016).
(American Assassin. USA, 2017)
TRAILER DEL FILM
“Asesino: Misión venganza”
PRODUCCIÓN
CineMovs Trailers
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