“BENEDETTA” — JOBLAR COMENTA ESTRENOS DE CINE

Aquí hay un buen ejemplo acerca de cuál es la diferencia entre una obra de arte y la pornografía barata. Se trata de lesbianismo entre monjas, pero es un detalle dentro de la denuncia de una hegemonía cultural que aún rige en Occidente…

Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)

Miembro del Círculo de Críticos de Arte de Chile

Comenté El cuarto hombre, de Paul Verhoeven (De vierde man, 1983), con Jeoren Kabbré y Renée Soutendijk, cuando apareció en video y éste ya se había hecho famoso con RoboCop (1987), El vengador del futuro (Total Recall, 1990), y —sobre todo—, con Bajos instintos (Basic Instinct, 1992), que lo consagró como director rupturista.

Definitivamente el holandés se las traía. La asesina Catherine Tramell había tenido un precedente y habría de reaparecer en otras épocas, con otros nombres y en otras circunstancias, pero con la misma peligrosa vitalidad, que no me atrevo a calificar de feminista, puesto que creo que es sólo la energía de la naturaleza en acción: la stripper de Showgirls (1995), la Rachel Stein de El libro negro (Black Book, 2006), y Michèle Leblanc, de Elle (2016).

La historia de Benedetta Carlini es verdadera y se basa en el libro Afectos Vergonzosos. Sor Benedetta, entre santa y lesbiana, de Judith C. Brown, docente de historia de la Universidad de Stanford, que se basó en un legajo de la Inquisición acerca de procesos efectuados entre 1619 y 1623, que analizaban los pretendidos milagros acaecidos en Pescia y que habían llevado a la Carlini al puesto de abadesa. Y también estaban los detalles de su relación lésbica con otra monja lo que, entre paréntesis, para muchos aparecía como imposible, mientras que, en ese tiempo, se aceptaba la sodomía masculina.

Benedetta tenía nueve años cuando fue admitida (tras pago de una dote debidamente regateada con la abadesa), en el convento de la Madre de Dios. Creció encerrada en ese ambiente femenino y la película la presenta como una muchacha sensitiva, que empieza a experimentar visiones místicas (espeluznante la aparición de serpientes, cuyas cabezas son cercenadas por Jesús en persona).

En ese asfixiante ambiente separado del mundo, todas las fantasías eran una forma de evasión y podían tener incluso carices sadomasoquistas.

Con la llegada de Bartolomea, que pide refugio y es vendida por el padre, su vida tiene otro vuelco. La recién incorporada novicia era abusada por su padre viudo y sus propios hermanos. Para aumentar su extracción rústica, lo primero que preguntará a Benedetta es: “¿Dónde puedo cagar?”. Ella estaba acostumbrada a hacerlo entre las bestias y el encuentro con la joven mística y refinada implica un vuelco para la vida de ambas.

Al mismo tiempo que, al menos en apariencia, la protagonista recibe los estigmas, se transforma en amante de Bartolomea, uniendo las experiencias místicas con las eróticas. Llegan al punto de usar como consolador una imagen de madera de la Virgen María, con la que había llegado al claustro.

Pero todo esto tiene la ambigüedad de lo estéticamente bello junto con lo irreverente. Las actrices (Virginie Efira y Dafne Patakia, respectivamente), no son poseedoras de cuerpos de modelos deslumbrantes, sino de mujeres que —en su desnudez—, eliminan las diferencias socio-económicas. Es la diferencia entre una obra de arte y la pornografía barata. En cambio, los varones eclesiásticos aparecen grotescos con las vestiduras, capelos y mitrias que usan hasta el día de hoy.

En esos años del siglo XVII, el Granducado de Toscana estaba regido por Cosimo II de’Medici y después por su hijo Ferdinando II. Ambos eran protectores de Galileo, perseguido por la Inquisición, en momentos que la Contrarreforma veía herejes por todas partes.

De allí que Benedetta haya sido llevada a juicio. La película agrega detalles ahistóricos, como la condena a la hoguera y la agresión al nuncio. Más probables son las torturas para obtener confesiones incriminatorias.

Verhoeven es suficientemente ecléctico como para tomar partido en esta controversia. Benedetta pudo ser todo o nada: mística, manipuladora, incluso mitómana al punto de creer en sus propias mentiras. Sólo su lesbianismo podría ser verdadero, aunque no necesariamente su origen: tal vez era necesidad de ese cariño que no tuvo en su niñez, la natural tendencia de una persona rodeada de ambiente femenino o —¿por qué no?—, simple atracción carnal que se despierta ante lo desconocido.

Me parece que es un detalle dentro de la denuncia de una hegemonía cultural que aún rige en Occidente. No debe olvidarse que la Iglesia Católica Apostólica Romana constituía un poder político, que tenía un ejército poderoso y era propietaria de la tercera parte del territorio de la península italiana. El Papa era (y es) un monarca absoluto con derecho a vida o muerte sobre sus súbditos. Una monja milagrosa tiene como resultado peregrinajes que aportan bienes y fondos por la salvación de las almas, pero también puede ser un peligro.
Como todas las protagonistas de sus películas, Benedetta mezcla sinceridad y simulación. Su amor por Cristo es verdadero y cree ya en su fuerza cuando invoca a la virgen para que, en forma de pájaro, defeque sobre el ojo del bandolero. En realidad, pliega la fe a su voluntad y —guiados por esa fuerza irresistible—, sus conciudadanos creerán que el cometa puede ser augurio de buena suerte y que la peste no se abatirá sobre Pescia.

Al respecto, debo aclarar que hubo un cometa, pero no entre 1619 y 1623, cuando Benedetta fue abadesa. Por otro lado, parece que efectivamente no hubo contagios en ese sector.
En un mundo cruel, con autoflagelación y más superstición que fe, ella es una taumaturga y una histriona capaz de atrapar toda la atención, así como otras lo consiguen cruzando las piernas sin llevar calzones. Y sabe el terreno que está pisando. Cuando Bartolomea le propone escapar, le responde segura de sí misma: “¿Y de qué vivimos? ¿Nos vendemos?”.

Es así como habría de morir en el convento cuando ya tenía 70 años.

(“Benedetta”. Francia / Países Bajos, 2021)

TRAILER DEL FILM:
“BENEDETTA”

PRODUCCIÓN
SensaCine Trailers

 

 

******
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”

Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días domingo, a las 21.00 horas; y además online en
www.radiouchile.cl
*********

 

 

 

Comentarios