Vuelve Sissi a la pantalla y la inolvidable Romy Schneider es reemplazada por una voluntariosa Vicky Krieps. Difícil reemplazar un personaje que pasó a la historia por la ficción cinematográfica y no por los libros de historia. ¡Buena!…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
El personaje de Sissi se identifica con la actriz Romy Schneider (Viena, Austria, 23 de septiembre de 1938 – París, 29 de mayo de 1982, a los 43 años).
La interpretó en tres películas dirigidas por Ernst Marischka: Sissi (1956), Sissi emperatriz (Die junge Kaiserin, 1956) y El destino de Sissi (Sissi – Schicksalsjahre einer Kaiserin, 1957).
La actriz tenía 18 años y el aire de niñita virginal, que la mostraba como madre improbable, pero sí como desubicada habitante de un mundo en el que representaba el poder político sin tener poder siquiera sobre su propia existencia. Su partner, como el emperador Franz Josef, era el actor Karlheinz Böhm, de 28 años.
Rosemarie Magdalena Albach nació en Austria, pero prefirió utilizar la nacionalidad alemana de su madre y tenía también la ciudadanía francesa. La oportunidad de salir de la maqueta cinematográfica se la dio Luchino Visconti con el episodio El trabajo (Il lavoro), de la película colectiva Boccaccio ‘70. En ella, a mediados del siglo XX, la esposa de un conde exige al marido que le pague cada vez que quiere tener sexo, así como él ha hecho con las prostitutas de lujo. Mientras tanto, en la vida real, Romy inició un encendido romance con Alain Delon, lo que los convirtió en “la pareja más bella del mundo”.
Sería el mismo Visconti que la llamaría para volver a interpretar a Sissi en la extraordinaria Ludwig (1973), dedicada al “rey loco de Baviera”, primo de ella, y que se estrenó mutilada, puesto que se redujeron sus casi cuatro horas a la mitad. Allí estaba en torno a los 40 años , que son los que luce en esta producción de Marie Kreutzer.
Elisabeth Amelie Eugenie Herzogin in Bayern nació en München el 24 de diciembre de 1837 y murió asesinada en Genève el 10 de septiembre de 1898. Acumuló los títulos de Emperatriz consorte de Austria y reina de Hungría, Bohemia, Croacia, Eslovenia, Dalmacia, Galitzia, Lodomeia e Iliaria.
A pesar de todo, las crónicas no la presentan como una mujer feliz. El Corsage (corset) del título, alude tanto a la necesidad de aparecer siempre joven y “estupenda” como al verdadero sacrificio que significa llevar a cabo una vida protocolar en la que ni siquiera podía abrir o cerrar una puerta, ya que para ello siempre había un lacayo para cumplir esa función.
La actuación de Vicky Krieps (la Ana de Austria de Los tres mosqueteros, de Martin Bourboulon), es impecable.
Sissi no está presentada como una pobre víctima de las circunstancias. Se siente infeliz, pero es manipuladora y llega hasta ser cruel, por ejemplo, con sus damas de compañía. Se sabe atractiva y, como un arácnido venenoso, tiende su tela tentando a todos los que se enamoran de ella sabiendo que nunca podrán pasarse de la raya.
Es sólo, en parte, una biografía histórica (baste ver la secuencia final), pero reconstruye bien una época que se acerca a su fin inevitable: las monarquías, los matrimonios endogámicos para preservar el poder, la burbuja aristocrática, el derecho divino que entrega en propiedad a los súbditos, la falta de respeto total por las nacionalidades.
Sissi podría aparecer como una feminista antes de tiempo, pero eso es falso, puesto que hubo muchas mujeres que hicieron valer la superioridad que les entregaba “la Ley” y que también dedicaban el “tiempo libre” (es decir, cuando no tenían que figurar en las ceremonias oficiales), a algo más que la equitación y la esgrima.
El matrimonio fracasado daba excusa para los viajes, que fueron numerosos y no siempre acompañada por sus hijas o hijo, que habría de morir trágicamente en Mayerling el 30 de enero de 1889.
Hay un dato cinematográfico que me parece relevante: la música, que resulta un guiño a la del siglo XX. Asimismo, el descarado gesto del dedo medio en alto dirigido a los circunspectos comensales, parece decir: “¡No se tomen esto en serio!”.
Por mi parte, las vicisitudes existenciales de Sissi me recuerdan con nostalgia los versos de Gabriela Mistral: “Yo no quiero que a mi hija me la vayan a hacer reina”.
(Corsage. Austria / Francia / Alemania / Luxemburgo, 2022).
Esta película forma parte del Ciclo Mujeres en primer plano, programado por Cinépolis en marzo de 2024.
TRÁILER DEL FILM:
“CORSAGE: LA EMPERATRIZ REBELDE”
DISTRIBUCIÓN:
Cinépolis
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