Precuela de The Omen, tiene buenas actuaciones para un argumento débil. Enfatiza la necesidad del miedo gracias a la presencia del Anticristo…
Por José Blanco Jiménez
(JOBLAR)
Círculo de Críticos de Arte de Chile
La película empieza con un misterioso prólogo en el que un viejo sacerdote (Charles Dance), se confiesa ante un no menos misterioso padre Brennan (Ralph Ineson) y después le van a caer encima afilados restos de un vitral que están tratando de instalar en la fachada.
En el secreto del sacramento de la penitencia hablaron de un complot en curso.
Sigue una buena reconstrucción de la ciudad de Roma en 1971: hay mucha violencia y represión, desórdenes y jóvenes que exhiben carteles que dicen “vogliamo tutto” (lo queremos todo). Será la justificación precisamente del complot aludido.
Margaret, una jovencita norteamericana (Nell Tiger Free), llega en esos momentos al Aeropuerto Leonardo da Vinci. Es una novicia que viene a profesar los votos y la espera nada menos que un cardenal de la Iglesia Católica Apostólica Romana, que la conoce prácticamente desde que nació, puesto que fue criada en un orfanato.
No necesito dar más antecedentes, puesto que la película es una precuela de una trilogía que comenzó con La Profecía (The Omen, de Richard Donner, 1976), lo que queda refrendado con la exhibición de una fotografía de Gregory Peck.
El tema del engendro del Mal concebido en una mujer ha sido tratado varias veces en el cine pero —en mi opinión—, la película perfecta y definitiva es El bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, de Roman Polanski, 1968).
Y digo esto, porque mantiene un suspenso que va in crescendo desde un comienzo, el público sabe que algo terrificante está pasando pero no se sabe exactamente qué es.
Aquí se sabe prácticamente de un principio, se anuncia y —si hay algún suspenso— es al estilo de Hitchcock, es decir, cuando se emprende una acción en la que se puede ser descubiertos, como cuando Margaret baja a buscar los archivos secretos al escondido subterráneo, mientras se celebra una importante ceremonia.
Más que el aspecto satánico de la trama, que se enreda con la presencia de una preadolescente que parece ser “la elegida” (Nicole Sorace), y de una novicia casquivana (María Caballero), que lleva a su compañera a disfrutar de su “despedida de soltera” a una discoteca, interesa la planificación y el desarrollo del complot.
Buenas interpretaciones (notable una irreconocible Sonia Braga, como la abadesa), para un argumento débil.
Me interesa, eso sí, el mensaje que el film quiere entregar: como hay desorden en el mundo y se ha perdido el respeto al poder de la religión, es necesario que nazca un Anticristo para que la gente tenga miedo y se arrepienta. No lo digo yo, sino la película.
(The First Omen. USA/Italia, 2024)
TRAILER DEL FILM:
“LA PRIMERA PROFECÍA”
Producción:
20th Century Fox
******
JOBLAR EN
“RADIO UNIVERSIDAD DE CHILE”
Escuche los comentarios cinematográficos de JOBLAR en el programa “Escaparate”, que se transmite en “Radio Universidad de Chile” (102.5 FM) los días sábado a las 15:00 horas, y domingo a las 21.00 horas. Y, además online, en
www.radiouchile.cl
*********
